Los arroceros del Tolima siguen enfrentando una profunda incertidumbre frente al precio que recibirán por la carga de arroz paddy verde, pese a la existencia de una resolución emitida por el Gobierno Nacional que estableció precios mínimos por región. La falta de cumplimiento por parte de los molineros ha llevado a muchos cultivadores a almacenar su producción o dejarla en consignación sin saber cuánto se les pagará.

A comienzos de agosto, en medio del paro arrocero nacional, se logró un acuerdo entre los agricultores y el Gobierno Nacional. En este se definió un precio base por tonelada, respaldado por la Superintendencia de Industria y Comercio. Sin embargo, a pocas semanas de su firma, los productores denuncian que el compromiso no se está cumpliendo.

“Necesitamos que se pongan de acuerdo industriales, agricultores, núcleos arroceros y el mismo Ministerio de Agricultura para que definitivamente se establezca una solución”, afirmó Carlos Rojas, gerente del Distrito de Riego Usocoello. Según el líder gremial, la cosecha ya está en marcha y el problema afecta a miles de familias campesinas que dependen del arroz como su principal fuente de ingresos.

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En la zona de influencia de Usocoello, actualmente se están recolectando cerca de 2.000 hectáreas de arroz, y en septiembre se espera cosechar casi 4.000. La falta de un precio claro al momento de vender preocupa a los agricultores, que ven comprometida la rentabilidad del cultivo. “No podemos seguir produciendo a ciegas”, expresó Rojas.

Ante la creciente presión del sector, la gobernadora del Tolima, Adriana Magali Matiz, solicitó al Ministerio de Agricultura la instalación urgente de mesas de concertación. La mandataria advirtió que, de no resolverse esta situación, se corre el riesgo de una nueva movilización arrocera en el país.

“Las familias cultivadoras del Tolima siguen sin garantías claras de compra. Esta situación es insostenible y debe atenderse de manera inmediata”, manifestó Matiz, subrayando que el incumplimiento por parte de los molineros es una amenaza directa al sustento de miles de tolimenses.

Para los productores, el incumplimiento del acuerdo “histórico” no solo representa un retroceso en las negociaciones sino una grave falla en la cadena de comercialización. “Cómo es posible que entreguemos arroz sin saber a cómo nos lo van a pagar”, cuestionó Rojas.
El llamado de los arroceros y autoridades departamentales es claro: se requiere una intervención decidida del Gobierno Nacional para hacer cumplir los precios pactados y garantizar estabilidad al sector arrocero. De lo contrario, el conflicto podría escalar y reactivar las protestas en todo el país.