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Siguen las adiciones a los contratos de escenarios deportivos y obras de Ibagué

Siguen las adiciones a los contratos de escenarios deportivos y obras de Ibagué

Sin equivocarnos, dijimos hace más de dos meses, que todos los contratos de obras del cuestionado y sub júdice alcalde de Ibagué, Andrés Fabián Hurtado, tendrían adiciones presupuestales para incrementar los verdaderos costos y hacer más altas las ganancias de los beneficiados en estos dudosos negocios.

Y así fue. El primer escenario en sufrir una alteración en su costo inicial en más de 10 mil millones de pesos, fue el coliseo Mayor, tal y como lo revelamos en nuestra nota: “La crónica anunciada de las adiciones a contratos de los escenarios deportivos de Ibagué”, publicada el 9 de noviembre pasado. Allí, en nuestro primer párrafo, manifestamos: “Sin anunciar premoniciones ni ser aves agoreras, solo utilizando el sentido común de análisis de un funcionario que vino por lo suyo, nos adelantamos a pronosticar que el contrato de los 43 mil millones de pesos, del llamado coliseo Mayor de Ibagué, no se quedaría en esa suma sino que sería adicionado por un costo superior al igual que los demás contratos de la alcaldía de Andrés Fabián Hurtado. No nos equivocamos, ayer el funcionario hizo la revelación”.

(Leer nota relacionada con este tema: La crónica anunciada de las adiciones a contratos de los escenarios deportivos de Ibagué)

Todo lo que escribimos en este artículo se viene cumpliendo al pie de la letra. El lector puede leer o releer nuestro escrito con sus respectivos enlaces, y se dará cuenta de la razón que teníamos al pronosticar las alzas que se veían venir en los contratos del sibilino alcalde Hurtado.

El contrato del Coliseo Mayor fue incrementado con el argumento del alza en el hierro, y ahora resulta que, para aumentar el valor de los contratos del complejo de raquetas del Parque Deportivo, que tiene un valor actual de ocho mil 626 millones de pesos, y que estaba previsto entregarlo en el presente mes, se alega el cambio climático y las lluvias.  Esta obra se encuentra suspendida.

Y en la solicitud de suspensión temporal de los trabajos, elevada por parte del contratista: consorcio Ibagué Raquetas, representada legalmente por Carlos Alberto Rozo Náder, para pedir ‘ajustes técnicos y financieros’, se alegaba que: “Se ha generado un significativo retraso en el avance para la ejecución de obras; se ha generado una constante socavación presentada por las fuertes lluvias y el arrastre del material por la escorrentía, produciendo a su vez una alta saturación de humedad en los materiales granulares. Por lo anterior, las condiciones de avance han sido afectadas hasta el punto de no ejercer intervención alguna de obrar en uno o más días a causa de las fuertes precipitaciones y donde también solo se han dedicado días a desaguar las aguas lluvias y desinundar zonas de trabajo”.

Por su parte, también las obras de construcción de la pista de BMX, se encuentran suspendidas desde el pasado 9 de diciembre, y se alegan los mismos motivos: lluvias y problemas con las escombreras, lo que genera costos adicionales. La inversión prevista es de ocho mil 242 millones de pesos.

Pero lo más grave, es que el secretario de Infraestructura Diego Fernando Herrán, aunque reconoce que por lluvias no se justifica la suspensión de una obra, este caso es muy especial por tratarse de un 90% de excavaciones y que tienen que existir condiciones especiales del clima para realizar este tipo de trabajos. Y peor aún, los contratistas: Unión Temporal BMX, en la solicitud de suspensión temporal como en la del complejo de raquetas, están pidiendo realizar nuevos estudios de suelos, modificaciones de diseños y técnicas en las obras y obviamente reajustes en el valor del contrato.

Como van las cosas, para justificar los aumentos en los precios de los contratos de las obras, solo falta que invoquen la catástrofe del Diluvio bíblico universal, los pronósticos del tiempo o los cambios de luna del almanaque Bristol para sustentar los incrementos.

Y pensar que en estas jugaditas están todos de acuerdo ¿o comprometidos?: contratistas, interventores, administración municipal y los entes de control (Contraloría y Personería) pasan de agache las irregularidades, mientras los concejales de la coalición de gobierno tragarán entero, como es su costumbre.  

Lo cierto es que, en estas, cantadas adiciones a los contratos, el Alcalde Diamante, salió más aventajado que Luis H. Rodríguez, que la ciudad nuevamente quedará con un hueco fiscal enorme y endeudada por muchos años, pagando la improvisación, la irresponsabilidad, el derroche y el mal gasto de los recursos públicos.

(Lea también:  ¿Hurtado, el alcalde Diamante de Los Simpson?)

Que Dios nos coja confesados, si para buscar motivos y esguinces y aumentar los precios en los contratos de la alcaldía de Ibagué, se acude al cambio climático y a las lluvias.

El Alcalde Diamante supera la realidad.

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