Pese a que era su primer partido al frente del equipo el Deportes Tolima frente a Nacional dejó un sabor de satisfacción con lo hecho pese a que se puede decir que se dejaron ir dos puntos como local. Un cero a cero con pocas llegadas claras a los arcos, más para Nacional que Tolima, pero a punto de concretarse pocas. La historia y las estadísticas contarán que el técnico era Oscar Héctor Quintabani.

Contando con qué dijeron los comentaristas radiales, los de televisión, los hinchas fieles y los que no lo son o los oportunistas que viven del triunfo o del fracaso se puede describir qué sucedió.

Se le vieron cosas buenas al equipo tolimense a partir de algunos cambios es cierto, sobretodo en elementos como Villa que mostró cosas nuevas, jugador nacido en la cantera del equipo y que en varias oportunidades abrió las líneas y hasta se llevó sobrado la marca nacionalista.

Didier Delgado ha mostrado que es un buen jugador pero que no ha entendido que su juego debe ser colectivo y que tratar de dominar el balón debe ser su trabajo primordial, pero pensando en el resto del onceno. Que una cosa es ser un atacante y otro marcador colaborando en no permitir en la salida del oponente.

Otro que ha seguido mostrando su desespero por no recibir el balón y hasta impulso por recriminar a sus compañeros es Ángelo Rodríguez que pese a su sello de goleador parecer convertirse en un distractor y no en el del último puntazo. Fue bien marcado por los centrales del Nacional. Se utilizó mucho el extremo derecho pese a que las menores incursiones por la izquierda con Banguero y Giraldo mostraron que si es posible. El regreso del primero de estos últimos fue mejor de lo esperado.

El juego del equipo ibaguereño fue centralizado en la mayoría del encuentro, mejor en el primero que en el segundo donde los paisas se apoderaron de la numero cinco, pero encontraron a un Tolima encimando e impidiendo la llegada a los goleadores verdes, especialmente a Dairo Moreno que en una jugada por poca cuelga al arquero Silva.

Torijano fue otro a destacar mientras Quiñones en la defensa mostró nerviosismo y en dos ocasiones que fue a cabecear en tiro de esquina no supo concretar pese a ganar en altura a los de la línea defensiva del visitante. Arboleda en el extremo derecho todavía le falta fútbol y continuidad.

El cero a cero se dio después de muchos años en Ibagué donde históricamente Nacional tuvo triunfos en momentos claves del torneo. Para muchos el resultado fue producto del respeto que se tuvieron los equipos y la falta de efectividad de los delanteros de los dos equipos. Queda pendiente el trabajo del ex arquero del Kokorico Tolima para que haga compacto el equipo, sus líneas conectadas para generar futbol efectivo y menos acelerado o que combine lo rápido con lo preciso.

Hay nuevas caras y elementos que quizás le den resultados para dejar de pensar en los que han llevado la camiseta, pero no han llegado al punto ideal. Habrá que echar mano de lo que hay y será un argentino que a propósito llega después de muchos años de no tener el equipo a un técnico extranjero y de esa nacionalidad. El miércoles en la noche será el nuevo reto con Millonarios en Bogotá en un Campín que siempre ha sido sitio de buenos resultados para el onceno de Camargo.