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Los dos entrenadores que han hecho grande el ciclismo tolimense

Los dos entrenadores que han hecho grande el ciclismo tolimense

Carlos ‘Ramillete’ Pérez y Orlando Rojas, respiran ciclismo las 24 horas del día. Coinciden que han vivido para el ciclismo pero no han vivido del ciclismo.

Los dos se sienten satisfechos del deber cumplido, pues saben que su trabajo ha dado grandes frutos. Destacan de su labor, haber ayudado a muchos jóvenes a salir adelante mediante el deporte.

El Cronista.co los juntó y ellos contaron buena parte de su historia en este deporte. Justo reconocimiento.

¿Cuánto tiempo en el ciclismo?
Carlos Pérez: 40 años

Orlando Rojas: 22 años

¿Dónde nacieron?
C.P. Nací en Manizales, recién nacido con mi familia nos instalamos en el Líbano, después vivimos en Villahermosa, luego pasamos a Palocabildo y terminamos en Mariquita, mi verdadera casa.
O.R. Libanense, con orgullo nací en el campo

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¿Por qué el ciclismo?
C.P. Por mi madre. Vivíamos en Palocabildo y yo estudiaba en la Normal de Falan. Mi madre para facilitarme las cosas me regaló una bicicleta de turismo y en ese ir y venir de La Normal a Palocabildo, se me pegó esa pasión por el ciclismo. Escuchar las transmisiones de las vueltas a Colombia me entusiasmo más.

O.R. Desde niño siempre me gustó el ciclismo, soñaba con ser un gran ciclista, un día me conseguí prestada una cicla y me vine hasta Armero y casi me da la pálida, pero le cogí más amor

¿Lograron sobresalir como ciclistas?
C.P. Corrí una vuelta de la Juventud y recuerdo que quedé entre los últimos, mi especialidad fue la pista, salí campeón nacional en Ibagué en el kilómetro contra reloj.

O.R. Me consideraba escalador, recuerdo que participé en los Juegos Nacionales del sector cafetero y para satisfacción me dirigió Pedro J. Sánchez.

¿Cómo terminan de entrenadores?
C.P. El amor a este deporte, esto se lleva en la sangre. Estudié, aprendí de los grandes técnicos, esta ha sido y será siempre mi pasión.

O.R. Este deporte es lo máximo y siempre quise estar ligado al ciclismo. Con sacrificio terminé la licenciatura en educación física, me he preparado para ser entrenador.

¿Satisfacciones?
C.P. Son muchas. Haber ayudado a surgir muchachos que le han dado gloria a este deporte y le seguirán dando. Haber ganado con el ciclista libanense Jairo Obando el Caracol de Montaña. Ese día les ganamos a las grandes figuras del momento. El triunfo de Camilo Ardila en el Giro de Italia sub 23, porque tuve la fortuna de participar en su formación deportiva, el triunfo en el año 94 al ganar los campeonatos nacionales con Luis Gabriel Celemín. La lista de
satisfacciones es larga.

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O.R. Han sido varias las alegrías, los distintos triunfos de los ciclistas en las grandes carreras, al saber que en los inicios uno contribuyó en su formación. Para recordar lo reciente con Didier Merchán por su destacada actuación en el Clásico RCN que acaba de terminar. Haber ganado también con Didier la clásica ‘Rubén Darío Gómez’ en Pereira.
Verlos triunfar esa es la mayor satisfacción.

¿Frustraciones?
C.P. La que no puedo olvidar, la desaparición temprana de Javier Cobos, una de las figuras más grandes que iba a tener el Tolima en este deporte. Todos mis triunfos se los dedico a él. La otra frustración pero ya aprendimos a convivir con ella, trabajar con las uñas debido a la falta de un apoyo decidido, pero bueno ya nos acostumbramos que
es así con la totuma siempre.

O.R. La no valoración de nuestro trabajo por parte de las entidades del gobierno. En lo deportivo recuerdo una situación reciente, fuimos a participar con Didier Merchán en la Clásica de Cajicá. Él iba bien preparado, estaba en el lote de punta, tuvo una caída y se le partió la cicla. La falta de apoyo es una frustración inmensa. El ciclismo se práctica en condiciones difíciles, mortifica que a toda hora tenga uno que suplicar para conseguir un apoyo. Con Didier no ha tocado pasar angustias, como de él irse en un bus y yo en la moto, llegar a recorrer la ciudad donde vamos para buscar el hotel más económico.

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