La inauguración del escenario no podía ser mejor. Muy al estilo de alcalde de Ibagué Andrés Hurtado, aquel 23 de septiembre de 2022 tendría que pasar a la historia de la ciudad.

Por eso contrató a los consagrados tenistas Juan Sebastián Cabal, Roberth Farah y Alejandro Falla, para que, junto a él, fueran los protagonistas del partido de exhibición en la inauguración del Complejo de Raquetas en el parque Deportivo de Ibagué.

Los deportistas invitados, por supuesto que cumplieron. El que no cumplió fue el Alcalde y desde luego los constructores y el interventor de la obra. “Una obra con un costo cercano a los 13 mil millones de pesos tenía que haberse construido dentro de parámetros de calidad certificada, eso no se dio”, denuncia VAPI 9 meses después del tremendo show que se presentó.

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La obra que inicialmente tuvo una inversión de 8.600 millones de pesos, en el transcurrir de la misma se le hizo una adición de 4.200 millones. Son cuatro canchas auxiliares, un estadio en polvo de ladrillo con capacidad para 400 personas y un salón público de Squash.

Desde 2021 la veeduría VAPI empezó a alertar sobre la mala ejecución de la obra, lo mismo que el valor de la inversión que siempre consideró de exagerada. Entre las varias denuncias destacaba que en el objeto del contrato las canchas se contrataron en acabado sintético y finalmente fueron construidas en polvo de ladrillo.

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Ahí siguen las fallas

Ahora 9 meses después, VAPI demuestra que las fallas por la mala calidad de las obras persisten y la tendencia es a agrandarse. Por tal motivo ha insistido de nuevo  ante la Contraloría General de la República-Gerencia Tolima, Lina María Laguna Bermeo.

Le recuerda al ente de control que, pese a las fallas evidentes y denunciadas, las obras fueron recibidas y pagadas a entera satisfacción, en actas de recibo de obra, debidamente firmadas por la interventoría y los supervisores de obra de la entidad contratante.

Dice VAPI que en la actualidad no hay mantenimiento de las áreas deportivas, los filtros para las canchas de tenis quedaron mal construidos. Las canchas quedaron mal niveladas, por lo tanto, presentan grandes encharcamientos de agua, los cuales imposibilitan durante un tiempo prolongado, la utilización de estas.

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Reitera que el cambio al objeto del contrato de la obra en cuanto a que las canchas debieron ser con acabado sintético, es “una situación muy delicada contractualmente”.

Afirma, además, que construyeron en todas las canchas de tenis, una canal en concreto con tapa prefabricada, a todo lo largo de cada una de las canchas, erróneamente quedaron todas las canales más altas con respecto al terminado de estas, es decir que las aguas lluvias no ingresan directamente a las canales, optaron como solución, abrir unos huecos laterales para que el agua ingrese a las canales. “Esta “solución” mediocre viene acarreando la pérdida de polvo de ladrillo”.

Para VAPI, esta situación que se presenta en este escenario, si los órganos de control no actúan, esta es una obra que va camino a repetir lo que hoy se vive con el abandono en que se encuentra la Concha Acústica ‘Garzón y Collazos’.