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Jaime Valderrama “Condorito”: 50 años vendiendo impresos y el celular lo quiere sacar el mercado
Este hombre es una reliquia viviente. Pertenece a una época del Ibagué pastoril cuando en una bicicleta panadera se desplazaba cada madrugada hasta la desaparecida estación del ferrocarril a recoger los periódicos y revistas que, en ese entonces llegaban en tren.
Su misión era distribuir la prensa a las contratas y ciudadanos que se informaban de los acontecimientos nacionales e internacionales, y para ello, no importaba las condiciones del clima ni los huecos de las calles que se contaban por montones.
El es.Jaime Valderrama Laverde, más conocido como “Condorito”, uno de los más antiguos y veteranos vendedores de prensa que queda en esta ciudad. Por sus manos, a través de los impresos, ha pasado la historia del mundo contemporáneo y, de una u otra forma, ha servido de mensajero de las buenas y las malas noticias.
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Han pasado muchos gobiernos, de todos los partidos, muchas reformas urbanas y reubicación de casetas y ventas ambulantes, pero el puesto de "Condorito" es inamovible. Lleva 50 años ubicado en el mismo lugar: carrera segunda con calle doce esquina. Este hombre de 76 años, piel cetrina, 1.56 de estatura, siempre refleja la facilidad en su rostro, no conoce la amargura y por sus poros respira tranquilidad. Es un hombre tranquilo y da gracias a Dios por el hogar que tiene, compuesto por su esposa María Nancy Perdomo, quien ha estado al“pie del cañón” y su hijo Jaime Humberto quien le dio una nieta de cinco meses de nacida.
El popular “Condorito”, como todo el mundo lo conoce, dice que seguirá con este apodo “mientras que mi Dios me tenga en este mundo”.
Sobre el apodo que se le quedó prendido como camándula de beata de misa de 5 am, cuenta que al llegar a este sector del centro de la ciudad, el desaparecido periodista Antonio Rocha Peñaloza, quien trabajaba en la Voz del Tolima, lo apodó así, debido a su habilidad para estar en los medios de comunicación distribuyendo los diarios más importantes del país en la época de los setentas. Y ese es el recuerdo que tenemos, de ese saludo alegre y jovial, casi dicharachero al llegar al amanecer a la sala de redacción con los periódicos del día.
Recuerda que: “en ese entonces el noticiero de esa destacada estación radial, La Voz del Tolima, se iniciaba a las 4 de la mañana y para esa época la emisora funcionaba en la calle 12 con carrera tercera junto con el radio teatro. Yo llegaba con el Tiempo, El Espectador, La República, El Siglo y el Cronista el único periódico que había en el Tolima e Ibagué, con el fin de que sus periodistas leyeran los titulares”..
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“En esa época se vendía mucha prensa, lastimosamente ahora con el internet las ventas han bajado, pues hace 40 años en un domingo se vendían cerca de 650 Tiempos. Ahora tan sólo se alcanzan a vender 50 diarios en un día como ese”,dice Valderrama.
“Los periódicos de Bogotá llegaban en tren a la ciudad, entonces yo tenía que estar en la estación desde las 2 y media de la mañana, recogiéndolos y distribuyéndolos a las emisoras la Voz del Nevado, Ecos del Combeima, Ondas de Ibagué y la Voz del Tolima”, añade "Condorito", precisa.
Y señala que: “es preocupante que en esa época entre los años 1970 y 1980 había unas 650 casas editoras en el país, cuyas revistas y otros medios impresos llegaban hasta su caseta para ser vendidas, ahora da tristeza ver como todo se ha ido acabando, pues ahora tan solo llegan 30 ejemplares de revistas a nivel nacional para ser vendidas".
Pero junto a esto, también desaparecieron aquellos personajes de la política tolimense como Alberto Santofimio Botero, Guillermo Angulo Gómez, Jaime Pava Navarro y Luis Humberto Gómez Gallo, entre otros, a quienes les llevaba los periódicos a sus residencias, lo mismo que a diversas instituciones como la Sexta Brigada, el Banco de la República, entre otras.
"Hoy, los únicos que compran periódicos o revistas son las personas mayores de 40-50 años, parece que a los jóvenes no les interesa leer, o se informan a trvés de su celular",expresa Valderrama.
Este hombre como muchos le echan la culpa al Internet, pues cualquier persona desde su celular puede leer la prensa y enterarse de las noticias de manera inmediata.Pero también deja planteada la crisis que han sufridos los impresos y la que comienza a sufrir la radio y la televisión con respecto al mundo informativo. Hoy los teléfonos inteligentes están desplazando a los medios tradicionales y, en Europa, ya comienzan a desaparecer emisoras por los mismos motivos.
Desafiando el sol y la lluvia, "Condorito", no es ajeno a las locuras del clima. “Aquí debemos soportar dentro de la caseta grandes temperaturas, pues debido al cambio climático, el astro rey ha ido avanzando y es así que desde las 12 del día ya comienza a calentar fuerte y hasta las 5 y 30 de la tarde. En ocasiones el termómetro subo a los 40 grados".
Manifiesta que su lugar de trabajo ya no se puede reubicar y que a estas alturas no está interesado en cambiarle el material a la misma, pues su caseta por ser de lámina es muy propensa a estas fuertes temperaturas."Pero uno se acostumbra a vivir en el horno", indica.
Cuando usted llega allí a comprar un dulce, un cigarrillo, algún periódico o hacer una llamada, encontrará al popular “Condorito” siempre de buen genio, con una sonrisa en sus labios.
Al preguntarle qué cambios ha tenido el sector en 50 años, dice que son muchos, por eso recuerda el teatro Metropol lugar a dónde muchas parejas de enamorados se encontraban para ver la película de moda, o al sitio dónde se pagaban los servicios de agua, luz y teléfono, instalaciones que pertenecían a la familia Laserna.
Igualmente, en el sector de la calle 12 con carrera segunda habían casas en tejas de zinc y barro, que fueron desapareciendo para dar paso al Centro Comercial Combeima y un edificio dónde existe un centro comercial amplio.
Además, una discoteca conocida como la diabólica, “María Antonia” y la posterior a esta llamada “Tarántula” dónde se hacían los stripteases y a la que acudían personas reconocidas de la ciudad ingresando casi que en la clandestinidad a ver estos shows.
Además, señala que, en ese sitio de diversión, habían unos socavones o sótanos dónde se hacían este tipo de presentaciones nudistas, era algo como clandestino.
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Este sector era algo bohemio en las noches y pese a trabajar hasta las 8 de la noche, "uno se encontraba con cualquier personaje recorriendo el centro de la Ibagué antigua, cuando se podia caminar sin temores a cualquier hora de la noche".
Jaime Valderrama Laverde estará en su lugar de trabajo hasta cuando Dios se lo permita, por eso dice que los únicos días que no labora son los 25 de diciembre, primero de enero y viernes santo, de resto estaré aquí frente al cañón, para seguir luchando contra viento y marea, junto a su esposa María Nancy, su compañera de alegrías y de luchas.
"Condorito", es un pedazo de nuestra historia contemporánea, que en medio de los fuertes calores recuerda que es el último de los Mohicanos, que comenzó a pie, luego en cicla y después en moto, repartiendo periódicos y revistas en Ibagué, y que hoy el celular también lo quiere sacar del mercado.
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