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Un recogedor de libros fundó la biblioteca nacional

Un recogedor de libros fundó la biblioteca nacional

Francisco Antonio Moreno y Escandón, un notable hijo de Mariquita, dejó a su paso durante los años en que ejerció la vida pública no sólo una tarea ejemplar sino una obra memorable. Tras verificada la expulsión de los jesuitas del Nuevo Reino en 1.767, por orden del Rey don Carlos III, Moreno, quien hizo el plan de ocupación de las temporalidades de la Compañía, concibió y desarrolló vastos proyectos, entre ellos el establecimiento de la Real Biblioteca Pública, hoy Biblioteca Nacional. Este hombre culto, con diversos títulos y altísimos cargos, catedrático, procurador, fiscal,  oidor y autor de libros, hizo el primer plan de estudios para fundar una universidad y para los colegios de Santa Fé en 1.774.

 

Puede decirse que Moreno y Escandón soñaba la paz construida a través de la educación y la cultura, pero igualmente por medio de la justicia social. Fue así como realizó la obra de la Biblioteca Nacional mediante la compilación de un gran número de libros ubicados en las bibliotecas de los colegios de Tunja, Bogotá, Pamplona y Honda. Los colocó Moreno y Escandón en Bogotá como un bien público donde todos los hijos de las ciudades circunvecinas pudiesen disfrutar de ese tesoro, en particular los estudiantes pobres que carecieran de recursos para adquirir rudimentos culturales.

Fue el 22 de septiembre de 1.774 cuando una junta aprobó el hecho y dispuso rentas para pagar el sueldo del bibliotecario, el dinero del arriendo del lugar y la compra de los estantes donde debían colocar los libros. El proceso siguió y así se abrió al público la Real Biblioteca en la capital, exactamente en la mañana del 9 de enero de 1.777.

 

 

226 años después, los colombianos gozan de este patrimonio que ha ido perfeccionándose al paso del tiempo, gracias a la idea y al impulso de don Francisco Antonio Moreno y Escandón, quien nació en la ciudad de Mariquita el 25 de octubre de 1.736 y el que desde temprana edad fue a la capital del Virreinato donde cursó latinidad, letras y filosofía, obtuvo los grados de bachiller y maestro en aquella facultad. Cursó igualmente teología, derecho canónigo y jurisprudencia, sobresaliendo en todos los actos y adquiriendo gran prestigio. El abogado se desempeñó igualmente como catedrático, fue asesor del Ayuntamiento, la Casa de la Moneda, Procurador General, Padre de menores, Defensor de las rentas y Alcalde ordinario. Estuvo en España de cuyo viaje hizo un diario curioso que trae datos del modo de viajar y de vivir por aquellos tiempos.

El fundador de la biblioteca fue protector de indios y procuró mejorar su condición, logrando en todos los campos espíritu emprendedor y reformista. El mismo Manuel del Socorro Rodríguez, redactor del Papel Periódico de Santa Fe, advierte cómo se debe a Moreno y Escandón ser creador de los reales hospicios para pobres inválidos de ambos sexos, creador de fondo y renta anual para el socorro de los pobres y director real de estudios donde planteó reformas.

Tras ser oidor en Lima y Santiago de Chile, murió en esta ciudad el 22 de febrero de 1792  a  los 55 años de edad.

                                                                          Información y Colaboración Pijao Editores

 

 

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