Los nadadores de Ibagué todavía anhelan recuperar las Piscinas Olímpicas de la calle 42. La espera ha sido larga, desde que la corrupción se las arrebató con el Desfalco de los Juegos Nacionales 2015.

En sus tres años de gobierno, el alcalde Andrés Hurtado no ha tenido ningún avance significativo con las Piscinas. Solo hasta abril de este año 2022 las pudo adjudicar, por más de $13.000 millones. Luego, el 22 de agosto, en medio de un pomposo evento, supuestamente empezaron las obras.

La realidad es que cuatro meses después, los avances de las obras son casi nulos. En las últimas horas alcalde Hurtado, luego de callarlo por varios meses, por fin reveló lo ocurrido.

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"A la totalidad de pilotes  a los que se les evaluaron la vulnerabilidad sísmica, para ver si cumplían con la resistencia, se pudo identificar que nueve pilotes no cumplen con la resistencia. Esos deben reforzarse o demolerse y construirse uno nuevo", indicó Hurtado.

Las declaraciones del mandatario revelan insuficiencias en los estudios y diseños de las Piscinas Olímpicas.

"Esos fueron los retrasos, no podíamos construir sin saber si la resistencia o la capacidad de soporte de los pilotes aguantaban la estructura. Tenemos la responsabilidad de hacer las obras bien hechas y ya ese fue el resultado que me entregaron el fin de semana. De aquí para adelante esperamos que tome otro ritmo", expresó Hurtado.

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Por último, queda claro que las Piscinas Olímpicas son otro proyecto que la administración de Hurtado tampoco podrá entregar en los tiempos establecidos por el contrato. Su plazo de ejecución inicial era de ocho meses, de los cuales el 50 % ya se perdieron.

Todo apunta a que serán entregadas al final de su gobierno, en medio de la época electoral del 2023. Así, pasará lo mismo que con otros proyectos como la USI de Picaleña, el Complejo de Raquetas o el pequeño tramo de la calle 103, los cuales fueron entregados con varios meses y hasta años de retraso.