En Rioblanco están pasando cosas maravillosas, esta población de sur del Tolima en conjunto con Planadas, Chaparral, San Antonio tienen una oportunidad histórica con el ecoturismo basados en la observación de aves, una actividad que privilegia a las personas no solo por el disfrute de los paisajes cafeteros, sino por la experiencia en calidad ambiental.

Y esa fue la buena noticia que le dio a El Cronista.co el padre Andrés Cárdenas, un párroco que se colocó la sotana y la camiseta por el desarrollo del municipio que lo vio nacer, Rioblanco. Ahora, con esa energía de la juventud, la que él llama el espíritu santo en todo su accionar, pone parte de sus energías en este proyecto que trae más turismo a una población que quiere contar historias diferentes a las vividas en años anteriores.

El observatorio de aves estará en la cabecera municipal, permitirá mostrar esa riqueza biológica y de las condiciones ecológicas con las que cuentan, acciones que conducen no solo a tener ornitólogos o amantes de los pájaros, es la posibilidad de contar con científicos de diferentes lugares que ayuden a estudiar las aves y a ser embajadores de un tierra que tiene mucho potencial paisajístico, dijo Cárdenas.  

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“Observar aves es contemplarlas en su hábitat natural, aprender a reconocerlas, distinguir sus comportamientos, plumajes, colores, oír sus cantos, etc. El objetivo del que realiza esta práctica es reconocer e identificar nuevas especies y a la vez, disfrutar de la naturaleza en todas sus expresiones de vida”, informa el portal Catorce6, especializado en el tema. 

Según la Guía de las especies migratorias de la biodiversidad en Colombia, el 14,5% de las aves en el país son migratorias y de esas, al menos, 154 especies provienen de Norteamérica en busca de alguna playa, estero, humedal o bosque donde puedan alimentarse y descansar por unas horas o varios meses.