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¿Qué pasa con Velotax?
Por Óscar de la Viña Pardo
Son la 1.40 de la tarde en el Terminal de Transporte del Salitre en Bogotá, un pasajero llega hasta la taquilla a comprar su tiquete para regresar a la capital musical de Colombia, pasa su tarjeta débito para cancelar el servicio y se lleva la primera sorpresa, la taquillera le indica que solo efectivo, que el datafono no sirve desde hace meses.
Los pasajeros son llamados a abordar el microbús vans a la hora indicada y oh sorpresa, vendieron dos veces el mismo puesto. No tienen parametrizada las sillas de cada automotor y eso obliga a que cometan errores tan infantiles como esa molestia entre pasajeros. Afortunadamente había espacio, sino se arma una discusión innecesaria entre quienes creen en la empresa.
Nadie puede creer que una vez entregara los papeles en regla en la caseta de salida pasaran unos minutos y sin mayor rubor el conductor con pasajeros a bordo y con la anuencia de la estación de gasolina tanqueara el carro. niños y adultos no dijeron nada, solo esperaron sin recordar que un accidente en ese espacio hubiera sido fatal.
Ya en el Terminal del Sur el microbús recoge más pasajeros, otros carros en esa búsqueda del centavo parán y le preguntan a la gente para dónde van. Se recogen los pasajeros, tres mujeres y 4 niños se acomodan en las sillas de atrás. Son en total 22 pasajeros en un carro que debe tener un máximo de 18 personas porque no tiene una silla de más como otras vans.
El error de los conductores de hablar por celular mientras conducen ya es pan de cada día no solo en las empresas de transporte, en todos aquellos que manejan un automotor, inclusive motos o ciclas, haciendo que la capacidad de reacción sea menor en momentos de toma de decisiones en la vía pública.
Lo peor del asunto es que la empresa de transporte que tiene una línea de reportes también tiene un servicio deficiente. Se sabe que en el último peaje se encuentra un supervisor que revisa los carros, bueno solo saluda a los conductores y mira papeles. Se informó de los hechos y no hubo reacción alguna.
Este llamado que hacemos desde El Cronista.co es para que las directivas de la empresa insigne del Tolima en transporte de pasajeros tomen las medidas correctivas, empiecen a pensar en el pasajero como lo más importante y empiecen a montar planes de contingencia donde se ganen nuevamente la confianza de los usuarios.
Posdata: Porque no existe ese lobby ante el ministerio de Transporte para empezar a movilizar pasajeros por Girardot – La Mesa – Mosquera, así valga un poco más. Es cuestión de pensar en el pasajero.
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