Gloria Valencia de Castaño conquistó el título de primera dama de la televisión colombiana y nadie le ha quitado tal dignidad como la conoce el país. Fundar junto a su esposo Álvaro Castaño Castillo la emisora H.J.C.K. en 1.950, ser una figura familiar para los colombianos de varias generaciones, alcanzar desde joven el título de la mejor voz femenina de nuestra república y permanecer con indeclinable vigencia, la señalan como autora de una hazaña poco frecuente en los medios de comunicación donde todo pasa rápido al olvido.

De familia humilde, luego de alejarse de la Ibagué tranquila de los años 40 del siglo XX tras haber terminado su bachillerato en el colegio de la Presentación y adelantar estudios de filosofía y letras en la Universidad de los Andes, se vinculó, gracias a su voz, como brillante radio actriz en la Radio Nacional.

Cuando nace nuestra televisión en 1.954, todos aquellos calificados locutores y radioactores pasaron a conformar el inolvidable equipo de los comienzos de la pantalla chica. Entonces en forma diaria los televidentes se acostumbraron a verlos y poco a poco Gloria Valencia fue ganando el título de la mejor voz femenina de Colombia. En adelante no hubo evento nacional o internacional de importancia que se transmitiera sin ella. Fue cuando se ganó el título de Primera Dama de la televisión y su sonrisa en blanco y negro permaneció intacta a través de los años para inundarse de color cuando se modernizó el sistema en el país.

Semanalmente, a lo largo de mucho tiempo, presentó su famoso programa Naturalia, donde era grato verla hablar sobre los moluscos o las aves, pero también haciendo correr a un concursante para que obtuviera el premio en El precio es correcto  o presentando a su hija Pilar en el programa Esta noche.

Mucha ha sido la disciplina y el esfuerzo, el trabajo y el montón de sueños que ha sabido cristalizar. Por eso el éxito y la fama la han envuelto no sólo a ella sino a toda su familia.

La emisora H.J.C.K que fundara junto a su esposo y otros amigos, la inició como un pequeño sitio de emisión de tan sólo un kilovatio de potencia y un diminuto estudio con divisiones de cartón con apenas el espacio justo para una sola persona. Sin embargo, no fue impedimento para que la inauguraran el 15 de septiembre de 1.950. Convertida en refugio de intelectuales y artistas, la emisora ha visto desfilar por sus micrófonos a personajes de la talla de Álvaro Mutis, Gabriel García Márquez, Jorge Luis Borges o Jorge Zalamea con quien iniciaran el archivo de voces en 1.960.

A pesar de que su agenda estuvo siempre llena de compromisos y el tiempo que se dio para el descanso nunca fue el adecuado, jamás pensó en su retiro. De Gloria, expresa su hija Pilar, puede decirse que “tiene la fuerza interior más formidable que pueda existir, posee todos los ingredientes internos para que no camine sino que se eleve”.

Recibió muchas condecoraciones, entre ellas el Premio Simón Bolívar de Periodismo en 1.995 y aunque tuvo un solo pulmón, no se le vio realizar ningún esfuerzo para conservarse tranquila y melodiosa, así como la escucho en forma diaria 16 emisoras del mundo.

Testigo de excepción de nuestro tiempo, los colombianos la vieron y escucharon por más de medio siglo, sin perderle un instante la admiración porque despertó paz, la misma que ella reflejó como si la tranquilidad de la llanura tolimense, el aire de su tierra, los años gratos de estudio en el colegio de La Presentación, frente a los árboles florecidos de la plaza de Bolívar, la estuviesen acompañando todavía hoy, en el arrullo y la cadencia de su infancia y adolescencia grabada indeleblemente en su alma.

Gloria Valencia era miembro de la Fundación Natura, una ONG colombiana dedicada a la conservación. También fue socia fundadora y presidenta honoraria de la Asociación Colombiana de Locutores (ACL) y hacía parte de la junta directiva del Museo de Arte Moderno de Bogotá. 
 
Celebró sus 60 años de trayectoria en los medios masivos en el 2010, y el entonces presidente, Álvaro Uribe, le entregó el máximo galardón que ofrece el gobierno a sus ciudadanos distinguidos: la Orden de la Cruz de Boyacá.

Falleció el 24 de marzo de 2011 en la ciudad de Bogotá, Colombia

                                                                               Información y Colaboración Pijao Editores