Fuerte polémica han generado las imágenes compartidas por la Alcaldía de Ibagué, en las que se ve a estudiantes de colegio llorando y en pánico en medio de una visita a la Cárcel de Picaleña.

La visita de los estudiantes hace parte de la campaña 'Delinquir no paga', que implementa el Ministerio de Justicia en todo el país, a través del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec). Sin embargo, en Ibagué la campaña parece haber alcanzado niveles inusitados. 

En las imágenes se ve a los menores asistiendo a una "terapia de choque" dentro de la cárcel, acompañados por la alcaldesa de Ibagué, Johana Aranda, y el secretario de Gobierno, Edward Amaya. Los estudiantes terminan llorando y en un aparente estado de shock, debido a la terapia de terror que aplican los guardianes del Inpec. 

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"Iniciamos esta estrategia, en la que queremos que ellos se enfrenten a una realidad que tal vez desconocen. Queremos jóvenes que sean capaces de soñar alto, de tomar buenas decisiones y de transformar este territorio", manifestó Aranda. 

En colaboración con el @INPEC_Colombia, estamos llevando a estudiantes de colegios a la cárcel para que conozcan las consecuencias de estar allí. ⛓️ Esta estrategia busca concientizar a la juventud para que NO cometan delitos. DELINQUIR NO PAGA!!! ⛓️ pic.twitter.com/L9XCb5WhBK

— Johana Aranda (@johanaaranda_) April 23, 2024

Sin embargo, sectores de oposición cuestionan la rudeza del ejercicio, pues consideran que el terror y amedrentamiento no es el mejor camino para enseñarles a los menores a cumplir la ley. 

"Es engañosa y demagógica la idea de crear miedo y no consciencia porque la delincuencia no se combate en sus consecuencias sino en sus causas. Menos trauma y mas educación y oportunidades para todos y todas", expresó el exdiputado del Tolima y excandidato a la Alcaldía de Ibagué, Marco Hincapié. 

Por su parte, el concejal de Ibagué, Andrés Zambrano, aseguró que se trata de una experiencia traumática por el entorno agreste al que llevan los menores y por las circunstancias a las cuales se deben enfrentar allí. 

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"Es una campaña muy ineficaz porque, entre otras cosas, desconoce los principales motivos por los cuales los jóvenes delinquen en nuestro país. Los principales motivos es por la falta de oportunidades, porque hoy no se encuentran en condiciones dignas de ingresar a la educación superior. De cada 10 estudiantes solo 5 pueden ingresar a la universidad", indicó Zambrano.

Y agregó que: "En lugar de llevarlos a las cárceles, deberían llevarlos a las universidades, a centros científicos, a parques temáticos, a lugares donde podamos saber qué oportunidades hay para ellos". 

Las visitas se realizan a lo largo de toda una jornada escolar. Desde las 8:00 de la mañana hasta las 12:00 del mediodía los estudiantes de grados décimo y once comparten en la cárcel con los guardianes y hasta los mismos reclusos, quienes les cuentan sus historias de vida.