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Ni ley ni garantías
Por: Óscar Perdomo Gamboa
También sabemos que el seudogobierno no da garantías a sus ciudadanos. Las pruebas son los centenares de asesinatos a desmovilizados y líderes sociales, sin contar las decenas de masacres y desapariciones a jóvenes y estudiantes durante el Paro Nacional. Ni siquiera los políticos de oposición tienen garantías, por eso amenazan a un gobernador y el subpresidente no se pronuncia ni siquiera para disimular.
Para seguir alcanzando nuevos niveles de cinismo, el mismo Iván Duque que hace siete años criticó que el entonces mandatario Juan Manuel Santos pretendiera eliminar la ley de garantías hoy pretende exactamente lo mismo que denunciaba. La eliminación de la ley de garantías permitirá al enorme e ineficiente aparato burocrático del uribismo contratar a menos de cuatro meses de las elecciones. Es decir, permitirá la manipulación y compra de votos con dineros del estado mediante esos contratos amangualados, amarrados al número de votantes que entregue cada proponente.
- (Puede leer: La princesa y el mendigo)
Uribe está desesperado. Sabe que su títere, en pantagruélica incompetencia, sepultó a su remedo de partido. Tras los repetidos escándalos de corrupción y violaciones de derechos humanos, las encuestas muestran el fastidio de la gente por el Centro Democrático. Por eso la orden para que el gobierno elimine la ley de garantías para comprar conciencias, contratos y votos; quizá prevé que no le alcancen los de los ñeñes del 2022.
Una vez más, Iván Duque muestra que con el uribismo los colombianos no tenemos ley no garantías.
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