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María Aidé, una mujer que le pone dulce al día sin carro y moto

María Aidé, una mujer que le pone dulce al día sin carro y moto

Para la mayoría de vendedores ambulantes de Ibagué, hoy es un día difícil para conseguir el sustento, en cambio para María Aidé es diferente, porque ella vende jugos y frutas, en un puesto ubicado en la carrera 4° con calle 10A desde hace cinco años.

María Aidé Herrera es una mujer trabajadora; de lunes a sábado llega a las 5 de la mañana, acomoda su carreta, abre su parasol naranja  un padre nuestro y comienza a vender sus productos. Justamente hoy se siente muy feliz porque sus productos se han vendido como pan caliente.

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“Ésta jornada ha sido un día bendecido para mí, porque muchos deportistas y trabajadores de la gobernación, la alcaldía y la cámara de comercio entre otros, se han acercado con sus caballitos de acero y los deportistas que salen a trotar desde muy temprano, vienen a tomarse un juguito nutritivo o a comerse su porción de papaya, banano y piña”, dice esta vendedora entre sonrisas.

Mientras Aidé serví un vaso de jugo para un cliente, recalcó, que el ambiente que se vive en la ciudad y en el centro especialmente, es de paz porque no se escucha el pito de los carros y el motor de los vehículos, el cual es ensordecedor.

Entre tanto señaló con orgullo un bulto de naranja, diez piñas y una canastilla de papaya, la cual ya ha sido consumida en su totalidad, demostrando que venía preparada para el día.

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“Aquí en mi puesto pueden encontrar los ricos jugos de zanahoria, naranja, el jugo rojo a base de remolacha, agraz, uva y mora, y el verde que contiene sábila, apio, perejil y brócoli que “es para quemar grasa y el cual piden más los ciclistas y deportistas”, dice María Aidé.

Es optimista y sabe que hoy por ser un día de “relax” como ella dice y que muchas personas lo han tomado como un día festivo, van a pasar por su puesto para hacer un alto en el camino y comprarle sus productos, sin embargo, allí nos encontramos con un hombre de unos 55 años de edad, comerciante de repuestos, que llega de trotar por el parque Centenario.

Se trata de Carlos Augusto Díaz, quien es consciente que su negocio no va a producir por estar cerrado, pero para él esto no es problema, ya que es un día diferente y de tranquilidad, como él mismo indicó. Cuenta que mucha gente ha salido a trotar y montar en cicla por este pulmón del centro.

Así como María Aidé y Carlos Augusto, muchos de los ciudadanos saben que este es un día muy especial para el medio ambiente y para la salud de todos, por ello lo han tomado como un día en familia para compartir y divertirse con los suyos y sus allegados y alistarse para salir a la ciclovía a continuar haciendo deporte al rayo de sol y ella en su puestico que más bien parece un oasis, se dedica a vender sus jugos y frutas.

Al despedirnos saboreamos el jugo rojo que sirve para subir defensas y purificar la sangre, por eso les deseamos la mejor de las suertes y muchos éxitos en esta jornada del día sin carro y sin moto.

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