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Los candidatos de Emilio Martínez al congreso: una vela a Dios y otra al diablo

Los candidatos de Emilio Martínez al congreso: una vela a Dios y otra al diablo

Como si se tratara de un sancocho trifásico, en un discurso de menos de 10 minutos, donde dijo lo necesario, según su leal saber y entender en la política, el excongresista tolimense Emilio Martínez Rosales, le prendió una vela a Dios y otra al diablo, en el lanzamiento de sus candidatas al Senado y a la Cámara de Representantes para las elecciones del 13 de marzo del 2022. 

Martínez, en un evento que se realizó en el municipio de El Espinal, el pasado fin de semana con motivo de su cumpleaños, rompió el silencio que guardaba desde hace cerca de un año, para anunciar sus preferencias y apoyo a las candidatas que respaldará en las próximas elecciones.

Debido a las distancias, diferencias y antagonismos políticos que representa cada una, este hecho ha sido considerado por diversos sectores como un acto de bochornosa politiquería, toda vez que la candidata al Senado, Galvis Méndez, es conocida defensora del estamento uribista en el Congreso, y obviamente ha estado vinculada a escándalos propios de esa casta política que se quiere cambiar. 

Entre los señalamientos que le hacen sus adversarios a la candidata al senado de la familia Martínez en el Tolima, está su cercanía con la cuestionada y polémica Emilce López, La Gata, y por ende con la parapolítica. Al respecto, la Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia llamó a indagatoria a la senadora cartagenera Daira Galvis, del Partido Cambio Radical, por presunta ‘parapolítica’. 

También se le menciona por haber intervenido, supuestamente, en el contrato de los 70 mil millones de Centros Poblados en el escándalo que le costó la salida a la anterior ministra de las TIC, Karen Abudinen Abuchaibe, cosa negó la Senadora Galvis, al señalar que hay personas malintencionadas que se han dado a la tarea de comprometer su nombre con el entramado de corrupción entre los Centros Poblados y el Ministerio de las TIC.

Daira Galvis Méndez, es una abogada, egresada de la Universidad del Atlántico y de la Universidad de Cartagena, ejercitante en Derecho Penal y Criminología por 30 años, con Doctorado en Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Nacional de Colombia. A lo largo de su vida profesional ha prestado sus servicios en Derecho a importantes casos. 

La sobrina

Otra sorpresa de la reunión del sábado en El Espinal se produjo cuando el exrepresentante a la Cámara, Emilio Martínez Rosales, en una muestra de lo que es un clan familiar que se respete, pronunció el nombre de su sobrina  Sandra Liliana Salazar Martínez, hija de la diputada Rosmery Martínez Rosales, como candidata a la Cámara de Representantes por el Tolima. 

“Con mi sobrina Sandra Salazar que de la  mano de Dios y de ustedes tenemos la absoluta seguridad que llegará a la Cámara de Representantes para jugársela por todos ustedes como en el pasado lo hicimos Rosmery y quien les habla”, fueron las palabras de Emilio Martínez cuando se refirió a su sobrina.

Llama la atención que no mencionó el nombre del movimiento o partido político por el que aspirará su sobrina. Lo cierto es que el tío en este acto social de su cumpleaños, aprovechó para oficializar esa candidatura.  

Hasta el momento, ha trascendido que Sandra Salazar iría en la lista de Cámara Tolima por el Pacto Histórico y que su candidatura la habría propuesto Guillermo Alfonso Jaramillo, quien a propósito hace unos días le dijo a El Cronista.co que esa decisión aún no estaba definida, pero por el anunció que acaba de hacer Emilio Martínez, todo indica que ya es un hecho. 

Mezcla de agua y aceite

Como se observa, estos apoyos políticos de la familia Martínez Rosales, son una mezcla de agua y aceite que solo lo comprenden ellos. Por un lado, está la polémica senadora Galvis Méndez, que ha defendido y defiende todo lo contrario a lo que representa el Pacto Histórico, y por el otro, Salazar Martínez, quien no tiene cola para exhibir, hay que reconocerlo, salvo su familiaridad con los Martínez, que aspiran a llevarla a que ocupe una banca en la Cámara por los movimientos alternativos que apoyan a Gustavo Petro en su candidatura a la presidencia de la República.

Esta división del voto de la familia Martínez entre la Cámara Alta y Baja, es algo así como pisar el cielo y el infierno al mismo tiempo, es ofrecerle una vela a Dios y otra al diablo, es la apuesta de la doble cara, de las cartas marcadas y de los dados cargados, es la más selecta degradación de la política sin principios, sin ideología, sin programas, es el oportunismo más craso y, entendámoslo, es parte de la cloaca nauseabunda de la politiquería que tendremos en los próximos meses, en la mayoría de partidos y movimientos políticos.

Ante esta situación, un exmilitante de Cambio Radical afirmó que “Como están las cosas,  tendremos que irnos a elevar plegarias, con la esperanza de que la actual clase política sea reemplazada, y que los vientos de cambio que se avizoran nos traigan mejores dirigentes, más consecuentes, transparentes y comprometidos con una nueva y mejor historia”.

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