La instalación de los diferentes bicicarriles de Ibagué, están soportados en estudios técnicos como el “Plan Maestro de Movilidad y Espacio Público”, además contaron con la asesoría de países como Holanda, Francia y Chile.

“Esto no es improvisación. Nosotros tenemos estudios en los cuales han participado varios países. Esta Administración tiene un compromiso de construir 20 kilómetros de ciclorrutas, por eso estamos avanzando en diferentes sectores de la ciudad”, aseguró el alcalde Guillermo Alfonso Jaramillo.

Puede leer: La construcción del bicicarril de la carrera primera de Ibagué hace parte del “Plan Maestro de Movilidad”

Jaramillo además señaló que todas las acciones enfocadas en el transporte sostenible responden a los postulados del “Plan maestro de movilidad y espacio público” elaborado por FINDETER.

“En Ibagué, el 27 % de los ciudadanos camina, por eso debemos generar nuevos espacios para los peatones. Además, el segundo actor vial más importante es el ciclista. Estas formas de movilizarse son económicas y sostenibles”, dijo Jaramillo.

Y añadió: “Estamos trabajando con APP GICA para construir una ciclorruta desde Buenos Aires hasta Gualanday. Todo esto lo hacemos para que los biciusuarios tengan sitios seguros por donde transitar”.

Entre tanto, tocando el tema de la ampliación de la infraestructura para bicicletas de la avenida Ferrocarril, el secretario de Movilidad, José Alexis Mahecha, informó que ya se está terminando el proceso de demarcación vial e instalación de los hitos y tachones.

Lea también: Firman convenio para implementar 120 bicicletas públicas con pedaleo asistido

“Este nuevo tramo tiene 2.6 kilómetros, y ya estamos adecuando toda la señalización y pasos peatonales que establece la normatividad vigente. Estos bicicarriles no solo son utilizados por ciclistas, sino también por personas en condición de discapacidad y deportistas”, expresó Mahecha.

La inversión para ampliar esta infraestructura desde la calle 19 con avenida Ferrocarril hasta la plaza de Bolívar, y desde la calle 42 hasta la Universidad del Tolima y el SENA, tuvo unos costos cercanos a los $167 millones.