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La importancia de narrar la violencia en el Tolima a través del arte

La importancia de narrar la violencia en el Tolima a través del arte

Frame de 'La guerra de las gallinas'

Nuestra región ha sido históricamente una de las zonas más golpeadas por la violencia en Colombia. Según un informe de la Universidad del Tolima y la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento, CODHES, tan solo en el sur del Tolima se han presentado más de 100 mil desplazamientos forzados a causa de la violencia desde 1948.

Por esta línea y gracias a los acuerdos de paz en la Habana, que permitieron la creación de la Comisión de la Verdad, se ha buscado de distintas formas hacer difusión de las historias y los relatos de las víctimas que sufrieron en carne propia lo peor de la guerra en nuestro país.

Recientemente, se lanzó la estrategia ‘Hijos de la verdad’, implementada por la Comisión Para el Esclarecimiento de la Verdad y el Programa de las Naciones Unidas Para el Desarrollo PNUD, que busca que jóvenes creen proyectos para la divulgación del informe final de la Comisión de la Verdad.

'La guerra de las gallinas' de la Corporación Art-Quimia, en cabeza del periodista y artista, Cenuver Giraldo, fue uno de los proyectos elegidos en esta estrategia y busca a través de una serie web narrar ocho de los testimonios del capítulo 'Cuando los pájaros no cantaban' del informe final de la Comisión de la Verdad. En El Cronista.co dialogamos con Cenuvar, director de la serie, para que nos contara la importancia de narrar la violencia en el Tolima a través del arte.

"En una visita a un colegio público que hacíamos con la emisora de paz de Chaparral, estaban ellos en una jornada de día de la literatura, los estudiantes estaban trabajando textos que tenían que ver con el tema de la violencia en Colombia, de pronto una estudiante nos dijo que su abuela le había contado la historia de la guerra de las gallinas, me causó muchísima curiosidad y le pregunté que era la guerra de las gallinas", recuerda, sobre el título de la serie.

"Me contó que fue un proceso que ocurrió en el sur del tolima cuando llegó la violencia y muchos campesinos tuvieron que salir de sus fincas e internarse en el bosque por varios días. Durante esos días una de las primeras cosas que se llevaron fueron las gallinas. Las gallinas fueron las únicas que los acompañaron, lo único que pudieron comer, por lo que se presentó un sacrificio muy importante de estos animales en esa época y que terminaron pagando por culpa de la violencia", agregó.

Según cuenta el periodista, narrar el conflicto armado y sus víctimas no es una tarea fácil, ni siquiera a través del arte, por lo que se debe partir de nuevas perspectivas y no recurrir, como muchos, a la incesante mención del odio y el pesimismo. 

"Cuando abordamos los textos testimoniales  encontramos mucha ruralidad y allí la gente hablando de las gallinas: un joven que robaba gallinas para poder alimentar a su familia porque eran pobres, las gallinas muriendo envenenadas por la contaminación de los cultivos, las gallinas robadas por los paramilitares, la gallina como dicho popular 'van a venir y van a acabar hasta con el nido de las gallinas', encontramos esa ruralidad y violencia representada en las gallinas".

Parte del proyecto también constaba de un recorrido por el sur del Tolima e Ibagué, realizando talleres donde se abordaban algunos textos testimoniales del Informe. El objetivo: socializar estas historias con laa víctimas, pero también con aquellos que no lo fueron.

"Nos damos cuenta que una población que está olvidando esas historias son los jóvenes, por eso es importante narrar estas historias del conflicto armado, que no se olvide, que no se repite y que se pueda hacer un proceso de reconciliación".

Los talleres también contaban con un componente artístico en el que se realizaban representaciones escénicas, música y relatos de las historias, buscando también que las víctimas pudieran generar espacios de reconciliación, sanación e introspección respecto a lo que fue el conflicto.

Por otra parte, un aspecto fundamental de estos procesos de divulgación es que las víctimas sean parte del mismo, no solo como público, sino también como creadores. En 'La guerra de las gallinas' el equipo de producción está conformado en gran medida por víctimas de la violencia de distintos municipios de Tolima y Huila, lo que resignifica el producto final del proceso. Flor María Osorio dio vida a la protagonista de la historia a sus 73 años, habiendo sido víctima del conflicto armado y actualmente residir en ibagué en la comuna 7. 

"Para nosotros como víctimas de la violencia también es muy importante contarlo lo que nos pasó y a quiénes les pasó, y principalmente por qué pasó, cómo fue que permitimos llegar hasta esos niveles absurdos a los que llegamos y eso se puede lograr a través de la sensibilidad que permite el arte".

Las grabaciones se realizaron en Tarqui, en el departamento del Huila, un municipio no tan golpeado por la violencia como otros de la zona, con el fin de no entrar en conflicto con posibles grupos armados residuales que aún se encuentran en municipios PDET. A pesar de ellos, la comunidad al ver armas y camuflados, alertaron a las autoridades y los medios de comunicación, entendiendo lo terrorífico que puede ser el conflicto armado.

"Ha sido muy bonito este proyecto por lo significativo que es para las personas que participan en él. Había una mamá embarazada, aparece en el primer capítulo, ella tuvo que vivir un episodio de violencia cuando era muy niña,  cuando estábamos haciendo prueba de vestuario le pregunté a quiénes le recordaban esos trajes y ella me dijo, a ellos, haciendo referencia a los paramilitares, con lo que me dio a entender que aún tenía muy presente ese episodio de violencia que vivió. El arte es una gran posibilidad en la sensibilización de las personas y más aún en Colombia, donde muchos no prestan a sentarse a leer el Informe de la Comisión".

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