La Superintendencia de Salud intervino en la tarde noche de este miércoles 25 de octubre el Hospital Regional ‘Alfonso Jaramillo Salazar’. La intervención forzosa significo que la Supersalud entrara a administrar y tomar posesión inmediata de los bienes haberes y negocios de este centro asistencial.

La intervención se da luego de evidenciar 31 hallazgos que comprometen la prestación de servicios de salud y que revelan deficiencias en temas administrativos, presupuestales y contractuales.

*Con la medida de intervención, el superintendente ordenó separar de su cargo al gerente del hospital, José Jaime González*. En su lugar designó a la médica cirujana cartagenera Nelly Belén Arsuza Mendoza, en calidad de agente especial interventora, quien asumió de inmediato el cargo.

El hospital del Líbano, ahora intervenido, es una Empresa Social del Estado (ESE) de segundo nivel de atención con cobertura en los municipios de Casabianca, Murillo y Villahermosa, que suman en total 63.000 habitantes.

*“Adoptamos esta medida de intervención dada la cantidad de falencias de índole administrativa, financiera, asistencial y jurídica en la gestión de este hospital*, todas las cuales afectan la estabilidad financiera y ponen en riesgo la adecuada y oportuna prestación del servicio de salud", afirmó el superintendente de Salud, Ulahí Beltrán López.

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*Hallazgos y deficiencias de todo orden*

Entre el 5 y el 9 de junio del presente año la Supersalud llevó a cabo una auditoría sobre el hospital y evidenció 31 hallazgos, entre los que se encontraron:

• *Más de 123 días de espera para la atención*: el hospital no garantiza la prestación de los servicios de salud de manera segura generando barreras de acceso. Como parte de las acciones de inspección, se evidenciaron casos de pacientes que debían esperar hasta 4 meses para que les asignaran citas médicas.

• *Tiempos de atención reducidos*: la consulta médica no cumplía con los requisitos mínimos de duración para garantizar el examen físico, impresión diagnóstica y plan de tratamiento del paciente.

• *Sobreocupación en el servicio de urgencias*: afectando la definición de las conductas médica de los pacientes, lo que prolonga su estancia en salas de observación y contribuye a la progresión de su enfermedad.

• *Deficiencias en la supervisión de contratos:* el hospital realizó pagos a proveedores, sin evidenciar los soportes que den cuenta del cumplimiento de las actividades realizadas y/o que justifiquen los egresos efectuados.

• *Deterioro en infraestructura*: se evidenciaron deficiencias por la pérdida de la continuidad de paredes y pinturas en el servicio de esterilización, debido a la humedad del lugar, situación que propicia la aparición de infecciones asociadas a la atención en salud.

También se encontraron fallas en el servicio farmacéutico, fallas en la seguridad del paciente, fallas en los registros de atención del paciente, aplicación de consulta espejo o asistida (se trata de una práctica no reconocida por el Ministerio de Salud)

La Supersalud además identificó que el Hospital evidencia inadecuada gestión gerencial por radicación inoportuna de la facturación por venta de servicios de salud, cuyo valor que asciende a $13.955 millones.

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Hospital del Líbano, un fortín politiquero

En esta coyuntura política, el hospital del Líbano ha estado siempre en el ojo del huracán. Los señalamientos y críticas permanentes en contra del hoy gerente suspendido, José Jaime González, hacía presagiar que nada bueno le esperaba al hospital en el corto y mediano plazo.

“Lo del hospital del Líbano no aguantaba más, todas las irregularidades que allí se estaban presentando tenían como resultado acabar otra vez con el hospital, el gerente fue un descaro absoluto, él se dedicó a utilizar este preciado bien para convertirlo en un fortín politiquero. ¿Cómo es posible que haya permanecido tanto tiempo en el cargo cuando su función estaba dedicada a otras cosas, menos a administrar con eficiencia el hospital”, le dijo a El Cronista.co un funcionario del hospital.

Hay que decir que en el Líbano hubo celebración por lo que sucedió este miércoles, mucha gente estaba hastiada y cansada de ver tanta desidia y sobre todo tanto abuso que allí se estaba cometiendo.

Repercusiones en la elección del domingo

Para algunos, este hecho podría tener repercusiones en la elección del nuevo alcalde del Líbano, pues para nadie es un secreto que desde el hospital se estaba ejerciendo presión indebida hacia los empleados para que acompañarán a uno de los candidatos, en este caso, Diego Padilla. Por ello, no descartan que el resultado del domingo podría arrojar sorpresas y en esa sorpresa aparece el nombre de la candidata Beatriz Valencia, quien precisamente dos semanas atrás hizo una fuerte denuncia de lo que estaba pasando en el hospital y con lo ocurrido este miércoles terminó por darle la razón.