La polémica continúa entorno a la campaña 'Delinquir no paga', iniciativa que consiste en llevar estudiantes de colegio a la Cárcel de Picaleña para que tomen conciencia de las consecuencias que trae infringir las leyes. 

En medio de las voces de rechazo que se escucharon, sorprendió la del general (r) de la Policía Nacional, Fernando Murillo Orrego, quien criticó duramente la manera en la cual la Alcaldía de Ibagué y el Inpec conducen las denominadas "terapias de choque".

"En Colombia, estos lugares son las universidades del delito; desafortunadamente, no bastó con llevarlos, sino que también realizaron prácticas inadecuadas como si fueran ratones de laboratorio, amedrentándolos y asustándolos", cuestionó el también excandidato a la Alcaldía de Ibagué.

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La iniciativa viene desde el año 2016. La implementa el Ministerio de Justicia a nivel nacional, a través del Inpec. Sin embargo, solo hasta ahora logró tal nivel de exposición mediática, que algunos tildaron de populista y sensacionalista por parte de la Alcaldía.

"Cuando administramos una ciudad como Ibagué sin estrategia, sin planeación y sin criterio, estos son los tristes programas de gobierno. Es crucial que los organismos de control investiguen este lamentable hecho y sancionen a los responsables por afectar la salud mental de nuestros hijos", aseveró Murillo Orrego. 

En las imágenes se vio a niños llorando y sometidos a prácticas intimidatorios como gritos. En lugar de ser una actividad pedagógica, se veían escenas de pánico y terror para algunos menores. 

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"Una madre de familia de este claustro educativo dijo: 'Estos programas son muy buenos, pero no dejé ir a mi hijo porque me dio miedo'", concluyó el general.