‘La paz se toma la palabra’ es un proyecto nacional de la Subgerencia Cultural del Banco de la República que busca generar conversaciones y reflexiones para contribuir al fortalecimiento de las diversas culturas de paz en Colombia por medio de la acción artística y cultural. Distintas bibliotecas a lo largo del país, hacen parte de esta iniciativa en pro de las comunidades.

Por su parte, Paz y región es una estrategia de la Universidad de Ibagué, creada en 2011 con el fin de complementar la formación de los estudiantes de último semestre de diferentes programas académicos, donde durante un semestre se vinculan a proyectos que abordan problemáticas regionales. Esta estrategia fortalece las organizaciones públicas y privadas que trabajan por el desarrollo sostenible de la región y que impulsan diversos escenarios de paz.  

El año pasado, Paz y región se vinculó al proyecto ‘La Paz se toma la palabra’ con el objetivo de que los estudiantes se conviertan en embajadores de paz y así mismo propicien, desde un modelo crítico y reflexivo, la construcción colectiva de paz en el territorio. Para lograrlo, 150 estudiantes escogieron instituciones educativas de básica primaria y acueductos comunitarios, principalmente, en los municipios de Fresno, Chaparral, Rovira, Doima, Guamo, Coello, Saldaña y Natagaima.  

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Los estudiantes debían convertirse en mediadores culturales y proponer rutas pedagógicas en estos escenarios locales. Para esto, en las instituciones educativas, usaron recursos como ‘Los niños piensan la paz’, para promover la lectura reflexiva; ‘Pido la palabra por la paz’, para generar conversaciones desde las diferencias y promover la cultura de diálogo para la resolución de conflictos; ‘Hechos de paz’, para identificar las apuestas ambientales en la región y ‘Cartas de la persistencia’, para reflexionar sobre los contextos y escenarios del conflicto.   

Asimismo, los estudiantes se vincularon con 18 acueductos comunitarios, haciendo un esfuerzo para trabajar en favor del cuidado del agua. En las sesiones con la comunidad exploraron, con la escritura, la conversación, el dibujo y la experimentación sensorial, la relación que las personas tienen con la naturaleza, se generaron espacios reflexivos sobre los impactos del ser humano en la naturaleza y la importancia del cuidado de las cuencas hídricas y, cómo esto también es un acto de paz.    

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En el marco de este proceso se desarrollaron 90 actividades de mediación cultural en las que participaron aproximadamente 300 personas. Allí se movilizaron conversaciones valiosas en las comunidades, donde sin importar su edad, su contexto sociocultural o su historia, los participantes se tomaron la palabra para dialogar sobre lo que la paz significa e implica en sus propios términos y contextos. 

Información: Banco de la República.