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El paro político de los taxistas y la necesidad del Uber

El paro político de los taxistas y la necesidad del Uber

Por: Juan Pedro Madrigal 


El problema de los taxistas no es nuevo. Desde hace años vienen exigiendo que el gobierno de turno les conceda el monopolio del transporte de pasajeros, alegando que ellos  tienen supuestos derechos exclusivos legales para ejercer esta actividad. 

Su principal solicitud es que desaparezcan los llamados ´piratas´, donde se encuentran los Urber, vehículos particulares que prestan un excelente servicio en criterio de los usuarios, además de cobrar tarifas más bajas que los taxis, y de llevar al pasajero a donde necesita llegar no donde el taxista lo quiera dejar. La diferencia de la calidad del servicio que presta un Uber y un taxi es enorme.

Si se hiciera una encuesta sobre la atención y calidad de servicio con los usuarios, de seguro los Uber sacarían de lejos el primer puesto. Esto es una verdad de apuño.

Los de Uber, un transporte cómodo, es atendido por  hombres y mujeres, son personas bien presentadas, educadas, no van en sudaderas o bermudas, atienden bien al pasajero y ofrecen una atención esmerada, agregándose que los vehículos no huelen a gas ni gasolina y se nota el aseo del automotor.

En este sentido, el problema no es de plataformas ilegales, ´piratas´ o como se quieran llamar, es que simplemente la prestación de un servicio bueno y más cómodo, económicamente hablando.

Además, quienes ejercen el transporte llamado ilegal por parte de los taxistas, también tienen sus derechos al trabajo, a la libre movilización y a ejercer un oficio que está supliendo necesidades que, en la mayoría de las ocasiones, las taxistas no suplen, sin perjuicio a estos tengas también que someterse a reglamentos y normas legales para el desarrollo de su trabajo,

Estos puntos deben hacer reflexionar a los dirigentes de los taxistas, para entender que el problema no es solo de plataformas tecnológicas sino de la calidad del servicio que prestan. Utilizan este argumento solo para esconder las fallas que acusan en la prestación de un servicio público delegado por ley a los privados; que por otra parte, se encuentra en estudio y debate en el Congreso para la reglamentación de las plataformas, presentando por el Ministerio de las Tic, y que es al legislativo al que le corresponde definir este problema no al ejecutivo. 

En cuanto a la rebaja de la gasolina, se sabe que sus precios son establecidos desde hace muchos años por estándares internacionales de precios del petróleo, y que de la noche a la mañana ningún gobierno puede acceder a bajar los precios por arte de magia, o por la protesta de un grupo de taxistas; máxime cuando una buena cantidad de estos vehículos utilizan gas. Otro argumento sin sustento de los promotores del paro.

Ahora en cuanto al ordenamiento del tránsito, el pico y placa, zonas de estacionamiento, foto multas y demás, es a las autoridades municipales a las que les corresponde reglamentar esta materia, sin desconocer, tampoco, que los taxistas llevan parte de responsabilidad en el caos que se registra en algunas ciudades como Ibagué, por ejemplo.

Ante este panorama, nos asaltan muchas dudas sobre las motivaciones reales de los dirigentes de los taxistas para realizar el paro, cuando ayer abruptamente se levantaron de la mesa de negociaciones, escasamente llevaban 20 minutos de estar sentados. Al parecer, los dirigentes de los taxistas de antemano habían preparado esta pantomima, para bajo pretextos falsos llevar a unos incautos al paro.

Es obvio que en este movimiento de los taxistas, existen manos extrañas y soterradas que tratan de crear problemas de orden público, hacer sentir zozobra a la población, y establecer un clima de intranquilidad permanente con prolongados y fabricados  movimientos de protesta, urdidos desde la extrema derecha, parapetada en algunos sectores de retirados de la fuerza pública no contentos con el gobierno actual.

Ya el ministro de Trasporte, Guillermo Reyes González, dejó entrever las causas políticas de este paro de taxistas al aproximarse las elecciones del mes de octubre. No debemos ser tan ingenuos para creer que los motivos de un paro nacional de taxistas, es la existencia de plataformas tecnológicas ilegales del transporte urbano, o los precios de la gasolina, cuando ellos en su mayoría, o al menos una buena parte, usan gas.

Los motivos del paro de taxistas son inminentemente políticos, eso que nos quede claro.

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