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¿Día de la lechona o de San Pedro?

¿Día de la lechona o de San Pedro?

Si bien es cierto, el comercio marca la pauta en estas fiestas patronales que se realizan en diferentes puntos de la geografía colombiana, los tolimenses no podemos olvidar que son los dos santos más importantes de la región, y las expresiones culturales se convierten en un acto sagrado para celebrar la vida y sentirse feliz, como lo expresara el periodista antioqueño Gustavo Salazar Pineda. 

San Juan y San Pedro no pueden cambiarse como está ocurriendo en el departamento por los días del Tamal y la Lechona. Estas actividades hacen parte del jolgorio, pero no son el centro de atención principal. Menos cuando en la celebración del día internacional del Tamal como lo vociferaban en la tarima de los bajos del parque Centenario los roqueros que amenizaron la mañana del sábado 23 de junio, en lugar de atraer alejaron a más de uno de este punto gastronómico. Además de considerara algunos puritanos que se trataba de un irrespeto a las tradiciones, otros con más humor acuñaban el término: "Es más ordinario que comer tamal escuchando Rock". (Ver: ¿San Juan o tamal?)

San Pedro, de acuerdo con la iglesia católica es el pescador de hombres, ese pastor que cumple una labor fundamental en el proceso de conversión hacia el cristianismo. Incondicional a pesar de las tres negaciones hechas antes del amanecer de la muerte de Jesús, a quien cada 29 de junio los pueblos formados en el secretismo de la iglesia celebran su día en medio de fiestas y verbenas tradicionales de meditad de año.

Loable es que la administración departamental y local fortalezcan la gastronomía regional con los platos más representativos como son el tamal y la lechona. Porque se genera empleo directo, fortalece el imaginario colectivo sobre nuestras raíces, porque hace que el Tolima e Ibagué sean epicentro a nivel nacional por sus inigualables sabores.  Pero sin perder el norte del significado de estas dos fiestas donde los matachines, comparsas, reinas, bailes, trago y música constituyen el epicentro real.

Don Adriano Tribín debe estar rascándose la cabeza desde su tumba, porque cuando impulso estas festividades (1959), lo hizo con dos objetivos fundamentales: aclimatar la paz de la violencia liberal-conservadora de la que iniciaba su recuperación el país, y segundo, conservar el folclor y las fiestas tradicionales de los pueblos del Tolima. Nunca pensó que el tamal y la lechona le ganaran el pulso desde lo idiomático a las fiestas del San Pedro y San Juan. Sin embargo, la invitación que hacemos desde El Cronista.co, es recordar y recalcar que estas dos jornadas tradicionales, están por encima de los deliciosos  platos de la gastronomía tolimense, y que deben girar en torno al San Juan y al San Pedro y no la inversa, por más que el negoció sea lucrativo para algunas personas.

De todas maneras, invitamos a degustar la lechona y el tamal en los diferentes espacios acondicionados por el gobierno departamental, en especial Ibagué y El Espinal, sin  olvidar que se los comen en honor a San Pedro y a San Juan.  

 

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