La reforma tributaria, pensional, anticorrupción, agraria, y a la salud, son las principales reformas que plantearía el gobierno nacional al Congreso desde el próximo 7 de agosto que se posesiona hoy y en donde el Pacto Histórico cuenta con la mayoría en el Senado y Cámara de Representantes. 

La más importante es la reforma tributaria, esta es la columna vertebral que le permitirá al gobierno Petro conseguir los recursos necesarios para invertir en los programas sociales. La propuesta consta de cuatro puntos básicos: Aumentar el impuesto de renta a personas naturales con ingresos superiores a los 10 millones de pesos. Impuesto al patrimonio para capitales líquidos superiores a mil millones de pesos. Impuesto a los dividendos y alternativas que permita disminuir la carga tributaria a las pequeñas empresas.

La reforma anticorrupción tiene varias aristas, la primera de ellas y que genera el mayor número de comentarios está en la reforma a las autoridades electorales como la Registraduría y el Consejo Nacional. Estas dos entidades han tenido fuertes crisis en los últimos años, en especial la Registraduria que ha estado en el ojo del huracán por presuntamente no mostrar independencia.

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Partidos políticos fuertes con listas cerradas para las diferentes elecciones, con financiación estatal, evitando así los padrinos económicos que al final son los que se quedan con la mayoría de contratos de los gobiernos locales, regional y nacional.

Con la anhelada reforma agraria se busca aumentar el gravamen a los propietarios de grandes extensiones de tierra para que se conviertan en tierras productivas o en su defecto puedan pasar al Estado, al comprarlas se busca una redistribución en los campesinos que muestren proyectos productivos a corto plazo.

Mucho se habló de la necesidad de incentivar la producción del maíz, materia prima para muchas cadenas productos del mismo sector. Otras apuestas se centran en mejorar la ganadería intensiva en un menor terreno y la reactivación de otros cultivos donde no se dependa de la importación, especialmente.

La reforma pensional es otra necesidad para Colombia, los gobiernos anteriores se han hecho los de la vista gorda con este problema estructural. Se plantea entonces unificar el Sistema General de Pensiones, el contributivo, el no contributivo y el complementario, que combina el régimen de prima media y él privado con el ahorro individual.

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Se fortalece en esta reforma la pensión de sobrevivencia para los cónyuges, hijos con capacidades diferentes o estudiantes y en ningún momento se plantea el cambio en la edad de pensión que para mujeres está en los 57 años y en hombres en los 63.

Para las personas que trabajan en oficios como el hogar, taxistas, campesinos, vendedores ambulantes, entre otros, estos tendrían derecho a media pensión una vez cumplan con la edad exigida.

La reforma a la salud es un tema crucial a revisar, se busca cambiar el sistema de atención en salud sustentado en la Ley 100 de 1993. Propone eliminar las EPS como intermediarias del sistema, hacer un giro directo a las IPS y no a las EPS, acciones que indican conduciría a una mejor atención con calidad y oportunidad.

Lo importante en esta reforma es no volver al modelo de la ley antes del 93, donde las secretarias de Salud giraban los recursos a los hospitales creando así otra cadena de favoritismo dependiendo de quién este en el poder regional.