Aunque de manera oficial la Alcaldía del Líbano no ha confirmado el hecho, el escritor y empresario Miguel Salavarrieta Marín a través de sus redes sociales informó en un mensaje lacónico la cancelación del evento. “Cancelado”, escribió Salavarrieta.

De inmediato las reacciones no se hicieron esperar. Por ejemplo, la artesana Paula Andrea Arias aplaudió la decisión de cancelar el festival. “Las fiestas en este pueblo se convirtieron en una cantina sin nada cultural, sin espacios para los pequeños y medianos empresarios. Tenemos que organizar un festival cultural…basta ya del negocio vulgar en el que convirtieron nuestras fiestas”.

El periodista libanense José Alberto Mojica, quien se desempeña como editor de la Unidad de Reportajes Multimedia del periódico El Tiempo, afirmó que “Es muy triste y lamentable que una semana antes del Festival del Retorno anuncien su cancelación. Ha sido un evento emblemático que ha servido para juntar a los libaneses que no se ven hace muchos años y que vuelven con ilusión a su pueblo”.

Agregó que esta fiesta “Ha sido una gran oportunidad para generar empleo y mover la economía de un municipio donde las opciones de empleo y desarrollo son muy precarias. Y también ha sido un escenario importante para tratar de recuperar las tradiciones culturales y folclóricas de un municipio reconocido en Colombia precisamente por su legado en las letras y la cultura”.

“Lo que queda claro, lamentablemente, es una total falta de organización y de respeto con los libanenses. No podemos juzgar a la corporación que siempre se echa encima la planeación del evento, convoca a las colonias y se encarga de la programación y de los artistas. Este certamen siempre es organizado de la mano de la Alcaldía de turno. Hubo falta de planeación y, a simple vista, de voluntad política”, concluyó Mojica, quien también se ha convertido en un empresario del turismo con La Ranchita, una casona cafetera con la que rescató el patrimonio de la arquitectura colonial antioqueña que caracterizó al Líbano.

Entre tanto, el ingeniero Álvaro Hernán Patiño opinó que “Pintaba mal. Fue la mejor decisión, aunque hay gente perjudicada”. En ese sentido también se manifestó Tyber González: “Cuando la fiesta de un pueblo sea la manifestación más sana y sentida de sus habitantes, habrá un argumento de peso. Pero mientras estas sean en razón de llenar los bolsillos de los grandes mercaderes del licor, fenece la expresión del pueblo y se nutre la injusticia social”.

Andrés Forero expresó que “Excelente noticia, El Líbano necesita más orden, seguridad, empleo, cultura ciudadana”.

Es interminable la lista de voces que lamentan este hecho, pero en el fondo la mayoría acepta la decisión debido a que el Festival del Retorno desde hace rato perdió el rumbo de la esencia para lo cual fue creado.

Una fiesta como el Festival del Retorno además de convertirse en oportunidad económica, es una manera de afianzar la identidad libanense, y eso precisamente fue lo que su buscó a la hora de instituirse. “Cuando el Líbano es gobernado por una persona que desconoce por completo la historia del municipio, que no le interesa para nada el Líbano, donde no hay visión, donde reina la mediocridad, pues pasan situaciones como esta y se echan a perder los valores, la historia, se destrozan las potencialidades que ofrece el municipio, se desestimulan los emprendimientos de libanenses que en solitario pero con mucho amor tratan de aportarle al Lïbano”, expresó el artista y gestor cultural, candidato al Concejo Municipal, Braulio  Anacona.