Como si se tratara de un juego que deja revanchas, el otorgamiento del aval por el partido de la U, al candidato conservador Ricardo Orozco, deja en delicada situación al excongresita Carlos Edward Osorio, también aspirante a la Gobernación del Tolima, y quien tenía en sus cuentas electorales los votos de su anterior partido.

Las declaraciones del Representante a la Cámara, Jaime Yepes, a la prensa local, oficializan esta decisión política, y además, clarifica las causas que tuvo la U, para tomar esta determinación que fundamentalmente consisten en dos aspectos: a) Que Osorio nunca pidió el aval a la U, antes de renunciar a ese partido y b) Que nunca manifestó su deseo de renunciar y pasar al Centro Democrático (C.D); hecho que se cumplió solo el pasado 4 de marzo. Y agregó, que antes de renunciar a la U, ya Osorio estaba asistiendo a eventos y foros del C.D. hecho que se constituye en una doble militancia, agregan sus críticos y abogados especialistas en estos temas.

Este ingrediente se agrega a las complicaciones que también ha encontrado el dirigente político en su nuevo partido (C.D.), donde abiertamente existe una pugna entre el diputado Milton Restrepo, también precandidato a la Gobernación, el cual ha sostenido que para definir quién será el candidato de ese partido a la gobernación, primero Osorio debe de aclarar si se encuentra inhabilitado por aquello de la doble militancia, al no haber presentado la renuncia a tiempo al partido de la U.

Igualmente, en reciente acto de adhesión de Juan Pablo Rodríguez a Restrepo, el hoy retirado precandidato a la Gobernación, reiteró sus críticas contra el representante Ricardo Ferro, a quien calificó como "el hombre de las mil máscaras. No es un hombre grato con sus amigos y no debe liderar el Centro Democrático en el Tolima". Y a Ferro, se le señala dentro de algunos sectores del C.D. de ser el impulsor de la candidatura de Osorio, la que consideran de oportunista por haber llegado a último momento, a la hora de la inscripción de candidatos del C.D.

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Por otra parte, algunos de los potenciales o hipotéticos aliados del C.D. para coaliciones a la Gobernación y Alcaldía de Ibagué, entre ellos los liberales, también critican a Ferro, por querer imponer sus candidatos a toda costa sin permitir el debate y la discusión. En una palabra, dicen que Ferro trata a los posibles aliados como si fueran invitados de piedra.

Ante estas circunstancias, el golpe recibido por Osorio es de consideración, y se la añade los obstáculos que su mentor y jefe de debate, Ricardo Ferro, le pone a los posibles aliados en una eventual coalición política y programática para la Gobernación.

Entretanto, la única candidatura favorecida con esta situación es la de Ricardo Orozco, que cuenta con la chequera oficial y el poderío burocrático de la Gobernación del Tolima, lo que le da ventajas frente a los demás candidatos.

Así la cosas, solo queda recordar las viejas épocas cuando Yepes y Osorio eran compañeros de viaje en la U y ambos ocupando curules en la Cámara de Representantes, donde el segundo disponía de sus influencias por encabezar el sector mayoritario, tenía prácticamente el mando en sus manos con derecho a veto y a expedir avales; hoy la suerte le cambió y el que tiene la potestad para decidir es Jaime Armando Tepes Martíes, incluyendo los avales.

El juego de la política tiene revanchas increíbles y da unas sorpresas que nadie se imagina.