Con este evento, al que concurrió el Vicepresidente Germán Vargas Lleras, el alcalde Guillermo Alfonso Jaramillo y el gerente del IBAL, José Alberto Girón, entre otros, se dio inicio al nuevo sistema de abastecimiento de la quebrada Cay, por una valor cuatro mil 800 millones de pesos, tres mil 300, aportados por el gobierno nacional y mil 500 por el municipio.

Según el gerente del IBAL, esta obra será “(…) una nueva alternativa para incrementar de 300 a 600 litros por segundo la cantidad de agua para tratar en la planta de La Pola, como para garantizar la calidad, continuidad y prestación del servicio a los ibaguereños”. Girón Rojas, agregó de otra parte, que los riesgos de suspensión del servicio en temporadas de invierno cuando el río Combeima se crece, porque no se puede tratar el agua por la elevada turbidez, se disminuye considerablemente, ya que Cay genera una agua más limpia, y al aumentar el caudal, podrían presentarse racionamientos no las 24 horas como en la actualidad, sino de 12 horas, puesto que el líquido es de más fácil tratamiento, puntualizó.

Las obras de infraestructura serán realizadas por la Financiera de Desarrollo Territorial (Findeter) y ejecutadas por el consorcio Aguas Ibagué, integrado por una empresa nacional y otra española y comprenden: la construcción de una nueva bocatoma de captación, un desarenador en concreto reforzado de lavado continuo para 550 litros por segundo, la instalación de 3.1 kilómetros de tubería de 20 pulgadas revestida de concreto y acero para conducir el agua hasta la planta de La Pola y la construcción de viaductos, entre otras.

En la medida que Ibagué, mejore y optimice la prestación del servicio de acueducto, la ciudad se desarrollará en todo sentido: económico, social, cultural, de crecimiento poblacional y de vinculación de nuevas empresas para generar empleo, puesto que podrá ofrecer garantía y seguridad en un servicio fundamental para prosgresar en todo sentido. (También puede consultar: Se inician obras de captación de Cay, para mejorar el acueducto de Ibagué)

La bocatoma de Cay, fue la primera que tuvo Ibagué, y prestaba sus servicios desde 1938, cuando a través de canales abiertos o acequias, llevaba el agua hasta la pileta de la plaza de Bolívar, donde los habitantes iban a beberla ó recogerla en cantimploras para llevarla a sus casas y suplir las necesidades de vida y subsistencia, en aquel pueblo pastoril de la época.

Plan maestro de acueducto

Las obras de Cay, forman parte del Plan Maestro de Acueducto para hacer de Ibagué una ciudad sostenible, como lo contempla del plan de desarrollo del alcalde Guillermo Alfonso Jaramillo, “Ibagué con todo el corazón”, que además establece la construcción del sistema de agua potable para el sector sur con una inversión de 58 mil 800 millones, captando las aguas de río Coello, luego la construcción del sistema de agua potable del sector Boquerón por 12 mil 600 millones.

De esta manera, el proyecto concluye llevando el agua hasta la planta de La Pola, con lo que quedaría solucionado definitivamente el problema de agua de la capital del Tolima, proyectado a más 50 años.

Esta gráfica muestra los aspectos más relevantes del Plan Maestro del Acueducto de Ibagué.