Alberto llegó puntual a la cita en Profamilia donde se realizaría la vasectomía. Su soltería luego de un matrimonio de 23 años lo llevaba a tomar una determinación donde pudiera criar sin sorpresas en esta nueva etapa de vida ya con caracteristicas positivas para las mujeres como son su madurez, jocosidad y estabilidad económica. Sos un imán para las mujeresdecian sus amigos casados. 

La sala de espera estaba atestada, algunos de sus pares los había visto cuando fue por primera vez a solicitar información sobre procedimiento quirúrgico de esterilización masculino, ese que día a día toma más fuerza y que se situó en el 2015 en un 3,6% en su prevalencia, de acuerdo a la Encuesta Nacional de Demografía y Salud. Por cada 9 mujeres que se hacen la ligadura de trompas un hombre determina hacerse la vasectomía.

Alberto, Pedro, Carlos y Pablo pasen a la sala, dijo una auxiliar de enfermería que entregó las batas quirúrgicas y una bolsa para que depositaran la ropa que llevaban puesta. Uniformados con el verde quirófano se sentaron a esperar su turno, Pablo alzó la voz: me siento como cuando nos presentamos al Ejército, todos con el campanario afuera.  

Causó curiosidad en ese espacio ver a Carlos, un muchacho que rondaba los 22 años de edad y no tenía hijos. Justifico esa decisión en el modelo ecológico del cuidado del medio ambiente, de muchos hijos sin hogar y por supuesto, donde por encima de tener hijos esta el viajar, por ejemplo. Hecho justificado en el mismo estudio donde revela que el 6,1% de los hombres que se hacen la vasectomía aun no tienen hijos y el 6,7% de los hombres que se practican la cirugía están en un rango de edad de 45 a 49 años.

Uno a uno fue entrando ya al quirófano en una intervención que dura muy poco tiempo, entre 10 a 15 minutos. Una de las enfermeras asistentes experta en el tema cogió el pene  Alberto lo movió para un lado, “estrujo” las “huevas”, dijo Alberto y entró la mano del médico a actuar. Primero la anestesia local, pinzas, cierre los ojos y de nuevo la voz de la enfermera: acompáñenos a la sala de recuperación.  Ya se camina diferente, quien dijo que los hombres somos valientes.  Empieza la imitación del caminar como pingüino convaleciente.  Algunos inclusive alistan el llanto quejón. Hielo, sentadito un rato y a coger taxi. 

“La vasectomía es  una cirugía que interrumpe la comunicación de los testículos con el resto del aparato urinario y permite que no haya concepción durante la relación sexual. El procedimiento puede durar de 10 a 15 minutos, se hace con anestesia local, no produce inflamación ni sangrado y tiene una tasa de efectividad del 99,8 por ciento”. “Interrumpe el conducto deferente que lleva los espermatozoides, con una incisión de menos de un centímetro a través del escroto. Se hace con una pinza especial que corta, liga o quema dicho canal. Los espermatozoides quedan retenidos y luego son absorbidos por células macrófagas. Pueden practicársela hombres mayores de 18 años, independientemente de que tengan hijos o no; el procedimiento está cubierto por el sistema de salud.” Tomado del diario El Tiempo. 

Ya en casa Alberto inicia con los cuidados como cualquier otra operación, depende su salud de estar siguiendo al pie de la letra con las indicaciones dadas en Profamilia, a donde tendrá que volver a los 8 días para que le quiten los puntos. Volvió esa voz de la enfermera a su mente pero todo desde la jerga médica: Recuerde que no se le puede parar, y si es así empiece a rezar, menos tener relaciones sexuales. No hacer una mala fuerza y reposo en los tres primeros días. Dos meses después, llevar un frasco con la muestra de semen para verificar a través del espermograma. 

Alberto ha vuelto a su rutina diaria, ver sus hijos, el trabajo, el coqueteo que lo mantiene vivo. Sabe que es cuestión de espera y que no tendrá problemas de virilidad como muchos hombres lo creen, porque es una creencia de ser macho el gran macho cabrío.  Ya no habrá sorpresas en materia de paternidad no deseada, aunque debe cuidarse al momento de tener relaciones sexuales porque una cosa es la paternidad y otra diferente una infección de transmisión sexual.