El ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, Andrés Valencia Pinzón, anunció que se presentará ante el Congreso la Ley de Adecuación de Tierras para apoyar la construcción y mantenimiento de los sistemas de riego y facilitar la incorporación de alianzas público-privadas en ese desarrollo.

Aunque la construcción del Triángulo del Tolima se inició en octubre de 2005, se estima que apenas en 2025 se terminará este viejo anhelo de los tolimenses. Hoy todavía falta por ejecutar la fase tres de la obra que consiste en llevar el riego entre predios a 19 mil hectáreas, para lo cual se necesita una inversión cercana a los 670 mil millones de pesos.

Ante la inquietud de los alcaldes del sur por saber qué va a pasar con esta estructura, durante el taller Construyendo País que se cumplió en Fresno el Ministerio de Agricultura anunció que impulsará la Ley de Adecuación de Tierras para apoyar la construcción, mantenimiento de los sistemas de riego y facilitar la incorporación de alianzas público-privadas en este tipo de proyectos.

Se espera que el proyecto se presente para el estudio del Congreso en la próxima legislatura y se abra espacio a un mecanismo mucho más ágil para la ejecución de los distritos de riego.

Esto representa un giro en el modelo que dejó el gobierno anterior para la terminación del Triángulo del Tolima. En junio del año pasado, la entonces viceministra de Desarrollo Rural, Claudia Ximena Cuervo, había anunciado que en el documento CONPES 3926 de 2018 se comprometieron 670 mil millones de pesos para la culminación del proyecto para el 2025.

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Recuperación de canales deteriorados

La falta de presencia estatal ha llevado a cultivadores de la zona rompan el sistema de riego, especialmente en los canales 1 y 2. El año pasado se estableció que en 144 puntos se registra captación ilegal por parte de productores de arroz, que además encuentran en estas fértiles tierras condiciones favorables como arriendos más económicos.  

De hecho, para avanzar en esta materia, la Corporación Autónoma Regional del Tolima, Cortolima, sirve de enlace entre las comunidades y la institucionalidad para lograr coordinar el levantamiento de las de las motobombas y otros elementos utilizados para la captación ilegal que se observa en los canales.