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Los rostros de la estafa de Balcones del Prado en Mariquita

Los rostros de la estafa de Balcones del Prado en Mariquita

La noticia cayó como una lluvia sobre todo el pueblo. Primero unos cuantos se preocuparon porque había dos propietarios con el mismo lote a su nombre. Luego esos pocos se volvieron muchos y el pánico y la rabia comenzó a circular por las calles como un cuento de García Márquez. Diez personas reclamaban como suyo un mismo lote.

Los culpables son bien conocidos y la justicia tendrá que llegar. Las consignaciones están ahí y las promesas de venta se repartieron como vendiendo aguacates, como regalando tamales. Comerciantes, carpinteros, profesores, carniceros, recolectores de fruta, campesinos, gente que vive en Fresno, gente que vive en Bogotá, gente de las veredas y gente que vive en Canadá y que espera volver algún día. La lista de víctimas es tan larga que si se unieran podrían poner alcalde.

El vendedor de videojuegos

Jorge Andrey Galindo, vende videojuegos en el Centro Comercial Cuartas. Sacó un crédito, como muchos otros, para comprar un lote a precio regalado. "Precisamente mañana tengo que pagar una cuota de 265 mil pesos, y en estos días otra de 300 mil. Saqué dos créditos para comprar con mi esposa un lote." En medio de la entrevista se para a atender los clientes, todos jóvenes. Le preguntan por un juego que no tiene y vuelve y se sienta. Vuelve a pararse para cambiarle un juego a otro niño que está sentado frente a uno de los televisores.

"Yo le dije a mi mujer que vendiéramos la moto y compráramos otro lote, pero entonces le subieron como se vendían tanto le subieron el precio y no nos alcanzaba. Menos mal porque me hubiera quedado a pie." El hablar con vehemencia se le reúne con los nervios. Desea que su voz se escuche firme. "Queríamos dejarle patrimonio a los hijos que aún no tenemos", dice antes de pararse a atender a otro niño.

El vendedor de videojuegos

Brayan Romero

Brayan acaba de volver a Mariquita. Molda pan aliñado mientras habla. Está vestido de impecable blanco de panadero orgulloso de sus profesión, con gorro y tapabocas. Atrás de él están su otros compañeros, cada quien en lo suyo. "Nosotros hicimos cuentas y pagar un crédito salía más barato que pagar un arriendo, pero como no nos prestaban tanta plata sacamos cinco millones de pesos, para, al menos, comenzar con el lote, como hace la mayoría".

Su esposa es estilista y acaban de tener una bebé. Toma la masa, la molda, la pone en latas y las sube a un escabiladero. De ahí para el horno a que otro lo ase. Atrás todos hacen lo mismo. Lo alivia un poco que don Jorge, el dueño de la panadería donde labora y, uno de los comerciantes más prósperos de Mariquita, le ofreció trabajo de nuevo.

Con sacrificios juntaron la plata del crédito con unos ahorros y compraron un lote. Esquinero, a la entrada. Cuando hicieron el crédito todo pintaba muy bien: hijos sí, claro, pero cuando ya tuviesen la casa construida. Su primera hija les nació cuando se comenzó a conocer la estafa.

"Lo más chistoso es que don Jorge tiene el mismo lote que yo compré." Ahora que están viviendo en Mariquita volvieron a pagar arriendo de nuevo.

Los de la panadería

'Cuca' Galindo

"Yo jugué en la Selección Tolima del 68, con Capela, Rabanito, Plutarco y Barbadillo. Me decían Óscar 'Cuca' Galindo." Los nombres los dice con tono de convicción, por si quedó duda de lo que dijo. Trata de repetir de memoria toda la plantilla, pero no puede recordarla. "También jugué en el Racing, en el Espartaco de Honda y en el equipo municipal."

Hablamos frente a la parcela donde supuestamente hipotéticamente quedará Balcones del Prado. Encontrar el lugar de su lote es difícil. Hay que ir a las afueras de Mariquita y seguir saliendo. El lugar no es más que un potrero, con una casa modelo muy al fondo y un cielo que se precipita sobre la pequeña llanura del lote.

El 'Cuca' Galindo está en pantalonetas, descamisado. Un collar le baja hasta donde se le comienzan a marcar las costillas. "Yo me pensioné de los seguros y a los cinco días me vine para acá a descansar. Mi hijo vive en Bogotá y compró tres lotes. Uno era para mí, otro para un familiar de la esposa y uno para él. No queremos señalar a nadie, solo que nos entreguen los lotes o que nos devuelvan la plata."

Dice que la culpa también es de la gente que se creyó que de eso tan bueno dan tanto, gente que creyó en promesas de políticos. Y en efecto, el terreno ofrecido para el plan de vivienda está dividido en 90 lotes de 4x16 metros cuadrados cada uno, con un valor de ganga de dos millones 500 mil pesos. Y como si fuera poco, el lote inicialmente perteneció al actual alcalde Alejandro Galindo, de Cambio Radical, y ahora dice que lo vendió a una sociedad de la cual forma parte su esposa. Un mismo lote lo han vendido hasta 13 veces a diferentes personas. Eta situación está para que la aclare  la Fiscalía.  

Me cuenta que tiene otra casa y me la señala. Queda justo frente a Balcones de Prado y por eso está sin camisa. No está ni enchapada ni estuca, pero es muy amplia. Me muestra, orgulloso, decenas de camisetas de equipos de fútbol. Me muestra una bandera y una placa mientras dice que se la regaló Miguel Calero hace muchos años. Cuenta más historias, se ríe recordando. Toma un balón y comienza a hacer "veintunas", como probando lo dicho. A los pocos golpes el balón se le cae y lo recoge como si no hubiese pasado nada.

"Esta casa yo mismo la levanté; bueno, con el maestro de obra, pero yo también pegué bloques, 'volié' pica. Porque si me quedo esperando a que respondan por los lotes primero me muero esperando. La ventaja de los pensionados es que nos prestan plata, así sea poquita. Así levanté esta casa y cuando viene mi hijo de Bogotá se queda aquí conmigo."

'Cuca' Galindo

Así como ellos hay miles de personas que están en la misma situación. Los une la incertidumbre de ser dueños de los mismos lotes y el anhelo, por ahora interrumpido, de tener casa propia.

Tener una casa no es riqueza, pero no tenerla sí es pobreza, se repite por estos días en la capital frutera de Colombia.

Terreno ilegal

El terrero está oficialmente en zona rural y no es urbanizable legalmente. Muchos, decenas de las personas con las que hablamos para escribir esta nota, dicen que en campaña, en las que perdió y en la última que ganó, el actual alcalde, Alejandro Galindo, ofreció cambiar el POT para que su propiedad fuera incluida en la zona urbana para iniciar las construcciones apenas fuera elegido. La fecha de las ventas de la mayoría de los lotes coincide con la campaña en que resultó elegido Alejandro Galindo por Cambio Radical, lo cual, más el bajo precio de los lotes, hace sospechar de los métodos en que llevó a cabo su campaña.

La solución, por ahora, se ve lejana y el engaño y la estafa es latente.

El Lote de la estafa

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