La medida fue tomada dentro del proceso ejecutivo de resolución de contrato de mayor cuantía que instauró Berbeo contra Pérez Torres y la entidad Cementos y Concretos S.A.S. al negarse este a pagarle equipos y maquinaria de construcción que el primero le había vendido con motivo de los fracasados Juegos Nacionales de 2015 que se iban a realizar en Ibagué.

El Cronista.co, pudo establecer que el demandante estaba pidiendo un embargo por mil 785 millones, pero el juzgado solo accedió a mil 300. Más adelante, se revela un secreto sobre la razón social y el origen del nombre de la empresa Boylam, cuestionada en algunos medios de comunicación.

La negociación que se realizó entre Berbeo y el "Chatarrero", se efectuó el 30 de abril de 2015, y consistió en una venta de equipos para la fabricación y distribución de concreto, los mismos que fueron embargados tales como cinco camiones mezcladores, un minidragador, una planta dosificadora con su banda transportadora, una bomba de agua, una báscula de cemento con sinfín de descargar, una caja de control de mandos, una planta de tratamiento de aguas residuales con capacidad para tratar 30 mil litros, bandas o cintas transportadoras, dos prensas,  un silo y 100 metros de tubería con codos y curvas,  entre otros, según acta levantada por la inspección Permanente Central Turno Tercero a cargo de Martha Esperanza Lozano Rivera.

En la diligencia que se realizó en la carrera 48 sur No. 85-31, sector Aparco zona industrial de Mirolindo, no hubo oposición por parte del demandado, además este ha aceptado la deuda.

Este proceso está pendiente de fallo y se encuentra en  tribunal de Arbitramento de la Cámara de Comercio de Bogotá.

Jorge Alexander Pérez Torres, o el "Chatarrero", como se le conoce en Ibagué, por dedicarse al oficio de vender chatarra en Bogotá antes de 'ganarse' la millonaria licitación de la construcción y remodelación de las piscinas olímpicas de la 42, también fue el enlace con los contratistas españoles del Parque Deportivo, y hombre clave de Orlando Arciniegas en el desfalco de los Juegos Nacionales.

Consultado Óscar Berbeo sobre este caso, solamente se limito a decir: "Yo no le vendí a él ("El Chatarrero") mi empresa, le vendí unos equipos y unos activos, por eso mi empresa (Boylam) continúa existiendo. Esta empresa fue creada en 2006 y la de este señor en el 2015".

La historia de Boylam

Al preguntársele sobre los orígenes y negocios de Boylam, el gerente y propietario dijo que "algunos medios y personas han manipulado los hechos y tergiversado la verdad. No es cierto que se haya creado para hacer negociados con el exalcalde  Luis H. Rodríguez, ni con mi exesposa, ni su nombre obedece a ninguna sigla que nos relacione".

Al respeto, Berbeo indicó que este nombre salió de una novela llamada 'Hombre rico, hombre pobre' de Irwin Shaw, que fue llevada a la televisión en los años 70 del siglo pasado y que se convirtió en una exitosa miniserie.

Y nos suministró fotocopias de la caratula de su libro y de la página 60, donde se relata que Boylam, además de ser una fábrica de cemento de los Estados Unidos, también era  una fábrica de tejas y ladrillos, un astillero, una fábrica de maquinaria pesada y hasta una compañía de petróleo llevaba el nombre Boylam.

Además aclaró que la constitución de su empresa fue el 09 de junio de 2006, en la Cámara de Comercio de Ibagué, un año antes de la campaña electoral de 2007, cuando fue precandidato por el partido liberal a la alcaldía de Ibagué, donde ganó la consulta Jesús María Botero y se enfrentó a Luis H. Rodríguez, quien en esa época representaba al partido de la U. Berbeo apoyó a Botero.