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Política

Dos mujeres y toda la esperanza

Dos mujeres y toda la esperanza

No creían en la política y menos en los políticos.

Detestaban a los políticos.

Pero el día llegó. Cansadas de presenciar los excesivos abusos, decidieron que debían pasar de la indiferencia a la acción y ser protagonistas y buscar el cambio.

Entonces, el camino no era otro distinto que el de la política, decidieron participar, convencidas de que lo hacían para cambiar la forma de hacerla. ¿Cómo?: trabajando con honestidad y transparencia.

No se conocían, pero las coincidencias por la forma de pensar y actuar indicaban que en algún momento se unirían. Cuando las vieron en campaña, muy pocos creían en ellas, no faltaron las críticas hirientes y ofensivas. “ustedes qué saben de política, mejor quédense en sus casas, además quién va a votar por ustedes”.

No se arredraron, por el contrario, el trabajo se hizo con mayor ahínco. Se logró el objetivo. Sandra Milena Grisales con el aval de Colombia Humana y la UP, y Danna Castro con el aval del partido Liberal, eran las nuevas concejalas del Líbano.

Hacer el cambio

Desde el primer día que pisaron el recinto del Concejo dejaron la impronta de que habían llegado para hacer historia. El mensaje fue claro: “Aquí llegamos para empujar un cambio a través del control político que es la esencia de un Concejo”.

Su dedicación ha sido férrea en enfrentar con trabajo serio, honesto y transparente toda acción que han considerado ir en contra del interés general. Firmeza y carácter no les ha faltado ante la aparición de cualquier asomo de corrupción o de un contrato dudoso.

Ha sido tan brillante la labor cumplida en este primer año de estreno, que a muchos les ha dejado la impresión de que se trata de dos avezadas mujeres con una amplia trayectoria en el ejercicio de la política. Para nada. Como ellas lo dicen, están cumpliendo con el trabajo encomendado por una ciudadanía que reclama cambio, que pide derrotar a los marrulleros, a los politiqueros, a los que sin ninguna consideración malgastan y se roban la plata que es de los impuestos que con alto sacrificio pagan.

En jaque la politiquería

Lo cierto es que con su actuar recto y comprometido, han puesto en jaque ese  pasado nefasto de politiquería y clientelismo.  Sandra y Danna le han dado un nuevo un aire a la política en el Líbano, secuestrada desde hace varias décadas por la desidia, el abandono y la falta de sentido de pertenencia. Y es que ese compromiso lo definen en una frase categórica: “Nuestra llegada al Concejo no era para hacer lo mismo que han hecho la mayoría de los políticos en nuestro municipio. Lo nuestro es trabajo serio y responsable”.

¿Cuál es el mayor temor que han tenido que enfrentar en este primer año como concejalas?

Sandra Grisales: La incertidumbre de saber con qué me iba a encontrar en el Concejo, de antemano sabía que la administración del Municipio había quedado en cabeza de una persona muy cuestionada, con varios procesos penales pendientes. Pero sabía también que la inmensa mayoría de los ciudadanos confiaban en nosotras y que no los podíamos defraudar.

Danna Castro: El mayor temor no es precisamente la falta de afinidad con este Gobierno, el mayor temor es la fuerza que se debe tener para enfrentarlo. En el Líbano se ha desnaturalizado el debate sobre lo fundamental y han intentado destrozarme a través de mi vida privada, denigrándome como mujer para amedrentarme o callarme. Estoy segura que las mujeres del Líbano ya lo pensarán dos veces para incursionar en cargos de elección popular, las mujeres deben tener miedo de ser expuestas en lo público y sobre todo cuando se combate la corrupción. Hay gente muy cobarde y ruin en la política libanense, y eso es perjudicial para el ejercicio democrático.

¿Qué es lo que más les ha mortificado como concejalas?

Sandra Grisales: Lo que más me ha mortificado es sacar adelante los dos proyectos que me propuse, el cambio de tracción animal, o lo que es las mal llamadas zorras por vehículos a motor y la puesta en marcha del centro de bienestar animal para perros callejeros. El Alcalde se comprometió en campaña electoral a hacer el cambio de tracción animal a tracción mecánica, y en cuanto al centro de bienestar estamos recogiendo insumos para organizarlo e igualmente presentarlo al Alcalde.

Danna Castro: He transitado por momentos difíciles, desde el ataque personal hasta amenazas, eso de cierta forma al principio me quitaba la paz. Ahora es distinto, he salido fortalecida de esas situaciones y ya no permito que me amedrenten con facilidad. La política sucia ha creado una Danna con un carácter más fuerte.

¿Cuál es la mayor aspiración, o propósito que persiguen en el desempeño de la curul como concejalas?

Sandra Grisales: Mi mayor aspiración como concejal es coadyuvar a que la gente participe más en la política, que despertemos esa conciencia colectiva y que nos demos cuenta que a través de la política podemos construir una sociedad libanense mucho mejor, con desarrollo y justicia social.

Danna Castro: Mi mayor aspiración es contribuir para que haya más ciudadanos en política. Pienso que debemos jubilar a la clase política tradicional y que la ciudadanía se empodere.  Por eso creé “Concejal en casa”, que precisamente es un espacio en el cual se culturiza políticamente a la gente para que se den cuenta cómo funciona lo público y vayan creando un pensamiento crítico, que es un factor clave en una democracia participativa.

¿Qué significa para Ustedes dos ser concejalas del Líbano?

Sandra Grisales: Es una gran experiencia que me ha hecho ver que sí se pueden cambiar las costumbres políticas del pueblo, me he dado cuenta que cuando un Concejal actúa defendiendo sus principios y los intereses generales del pueblo, la gente lo agradece y apoya, se siente ese cariño de la gente que valora el mantenerse firme ante cualquier circunstancia.

Danna Castro: Ser concejal de mi Líbano, el lugar donde nací, viven mis padres y la mayoría de seres queridos, es un honor y un reto enorme. Por eso desde esta curul, me he trazado la tarea de promover buenas prácticas políticas, es decir, de hacer mi trabajo como ordena la Constitución y la Ley. Decirle no a la coima, a la tajada, al puestico, al favor a cambio del voto...  si yo apoyo un proyecto es porque realmente trae beneficios para la comunidad y porque no tiene riesgo de que se pierdan los recursos. Mi curul es de la gente, a ellos me debo y por eso es que para mí es tan importante cuidar los recursos públicos, porque son de todos, porque bien invertidos generan bienestar general, incluso para los que no votaron por mí. No soy una concejal ‘firmona’ y estudio al detalle cada proyecto que pasan a la corporación.

¿Qué significa para Ustedes ser libanenses?

Sandra Grisales: Para mí ser libanense es un gran orgullo, ser libanense significa defender ese legado que nos dejaron nuestros ancestros, significa tener lealtad con nuestra gente y la dignidad de defender lo que es nuestro, significa ante todo el compromiso y la defensa del territorio y nuestras riquezas.

Danna Castro: Para mí ser libanense es un privilegio, un orgullo y una pasión. El Líbano fue uno de los municipios más importantes del Tolima, por eso es tan importante que lo devolvamos a ese lugar de privilegio; pero eso se logra con muchísimo trabajo, sentido de pertenencia y consciencia colectiva.

¿Cómo sueñan el Líbano?

Sandra Grisales: Mi sueño es que el Líbano sea un pueblo pujante donde se mantenga la dignidad con fuentes de empleo, infraestructura, donde la gente alcance un grado de conciencia tal que no venga cualquiera a engañarnos y a jugar con nuestro honor y dignidad, que en el Líbano todos tengamos las necesidades básicas satisfechas, donde se respete a los animales, donde el campesino no sea engañado e instrumentalizado por oscuros intereses.

Danna Castro: Yo sueño con un Líbano donde pululen oportunidades para nuestros jóvenes y bienestar para la comunidad. El Líbano que sueño es donde nadie se tenga que ir a buscar otros horizontes porque los de aquí le quedaron estrechos o  nunca existieron. El Líbano también debe ser un ejemplo de rechazo a la corrupción que es la definitiva la que nos roba el futuro a la mayoría. El Líbano debe amar su medio ambiente, porque tenemos un potencial enorme que debemos cuidar para transmitirlo a las futuras generaciones.

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