Parece que la semana que concluye no fue la  indicada para el expresidente y senador Älvaro Uribe Vélez.

Después de un año de investigaciones la Corte Suprema de Justicia lo llamó a indagatoria por los delitos de soborno y fraude procesal en el proceso que se le sigue donde aparece como víctima el senador Iván Cepeda. Además de eso, las manifestaciones y concentraciones que ha presidido dentro de la actual campaña electoral en diversos sitios del país, han estado escasas de asistentes.

Lo que le sucedió en la tarde-noche de este viernes 16 de agosto en el parque la Jirafa de la Ciudadela Simón Bolívar al norte de la capital del Tolima, ya le había acontecido en Bucaramanga y algunos municipios de Santander, entre otros.

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Aquí no importa quien trabajó más para el fracaso de esta concentración, si Pinto, López, los cuandidatos a la Asamblea o el Concejo; para ser justos, todos contribuyeron al desastre.

Pero el problema de fondo en Ibagué, no es la escasa clientela en La Jirafa, sino la falta de acuerdos para sellar una alianza entre liberales, Cambio Radical y el Centro Democrático a la gobernación y alcaldía. La expectativa que había despertado la visita del jefe máximo del C.D.de lograr un posible entendimiento se esfumó, y todo parece indicar que esta coalición no cuajó y que definitivamente los candidatos Rosmery Martínez  (C.R. y partido Liberal)  y Mauricio Pinto (C.D) se irán por separado a las elecciones del 27 de octubre.

Las pretensiones, intereses de todo tipo, individualismos, el egoísmo e incluso la prepotencia exhibida, donde ninguno cedió, imposibilitó llegar a un pacto decoroso para las partes; en este sentido, y desconociendo las estrategias que vayan a desarrollar estos dos candidatos en adelante, lo que según algunos entendidos en política comentan, es que el ganador, en el fondo, es Ricardo Orozco.

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El candidato conservador, quien cuenta con el apoyo de otros partidos y movimientos políticos como la U y el MIRA, sin mayores problemas ni dificultades ha logrado concitar en su entorno unas fuerzas y corrientes políticas que le permiten abrirse camino con posibilidades de triunfo, más si se tiene en cuenta la división que muestran las otras campañas que le podrían poner en riesgo sus aspiraciones.

Así las cosas, el desgaste y la apatía que viene registrando el Centro Democrático no solo a nivel regional sino nacional, con plazas vacías, más la imposibilidad de llegar a un acuerdo en Ibagué con otros partidos, como lo ha logrado en otros departamentos, el Atlántico, Santander, Valle y Bogotá, por ejemplo, coadyuvan en forma indirecta a Orozco.