Incertidumbre del más profundo calado se empieza a percibir en Ibagué debido a la alucinante pretensión del actual alcalde Andrés Hurtado, quien contra viento y marea está empecinado en dejar sucesora en el cargo donde él ha resultado un completo fiasco.

El Alcalde de Ibagué, Andrés Hurtado, concejales, dirigentes políticos, entre los que se destaca el representante a la Cámara Carlos Edward Osorio y medios de comunicación subordinados al mandatario local, siguen festejando que lograron el cometido de disfrazar una ceremonia de cumpleaños en un acto de lanzamiento de una candidatura a la Alcaldía de Ibagué.

La celebración no para. Siguen convencidos que consiguieron el objetivo de engañar a mucha gente. Pero no es así, porque cometieron el error de sobrepasarse en extravagancias y suntuosidades, que hoy las mayorías desaprueban. Para estos tiempos complejos, la gente reclama mesura de sus dirigentes y más aún cuando en este caso pretenden gobernar.

La oprobiosa y recurrente forma de hacer la política mediante el engaño y trapisondas ya tiene una censura generalizada. Eso de disfrazar una celebración de un cumpleaños por un burdo acto politiquero para enviar el mensaje de que son redentores de la ciudad, es desvergüenza en su más alta expresión.

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Sin importar el interés de la ciudad, en esta oportunidad se juntaron sin el menor remordimiento, para dar inicio de lo que será la profundización de la desesperanza de una ciudadanía atormentada por un pésimo gobierno que ahora se empeñan en perpetuar.

En esa farsa de la celebración de un supuesto cumpleaños hubo de todo. Pero lo que hasta el momento no ha habido, ocho días después del rimbombante acto, es transparencia y honestidad. ¿Por qué la reticencia de entregar cuentas sobre la financiación y costo del evento? Por lo visto allí, hay quienes hacen cálculos que el costo pudo haber superado los $500 millones.

Hora de rendir cuentas de ese tramposo primer acto abierto de campaña, (el discurso es evidente), pero que ‘había que hacerlo tal y como se hizo, para mostrar fuerza y capacidad de convocatoria’, como lo dejó entrever el representante a la Cámara, Carlos Edward Osorio, hoy convertido junto al alcalde Hurtado en padrino incondicional de esta ‘noble cruzada por la ciudad’.

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Osorio, dos días después del “mejor cumpleaños” terminó de redondear la faena. Consiguió que su partido, el Centro Democrático, le otorgara el aval a la señora Jhoana Aranda como candidata a la Alcaldía de Ibagué.

De todo esto, lo que resulta chocante es que un dirigente como Carlos Edward Osorio, que en sus inicios muchos pensaban que por su formación y trayectoria y ante la crisis de liderazgo en el departamento, sería la persona indicada para redimir y dignificar la política, hoy esté transitando por los caminos de la frustración.

Aquí el problema no es la candidata Jhoana Aranda, el enredo se forma con lo que está detrás de ella, un grupo de ‘políticos’ dispuesto a seguir despilfarrando recursos, dispuestos a seguir arrastrando la ciudad al despeñadero.

Adenda 1. Comparto el llamado que el precandidato a la Alcaldía de Ibagué, Camilo Ossa, hace a la @FiscalíaCol, @PGN_Col y @CNE_COLOMBIA para que investigue el origen de los recursos que se utilizaron para financiar “El mejor cumpleaños de mi vida”, como la misma candidata del Centro Democrático calificó el acto.

Adenda 2. Con los antecedentes de lo ocurrido en la pasada campaña presidencial cuando de frente y sin temor de nada, el alcalde Hurtado tomó partido por el entonces candidato Fico Gutiérrez, ahora para la Alcaldía seguramente lo hará sin freno ninguno. Ya mandó un primer aviso. Con lo del pasado sábado ya dio su primer anticipo de lo que será su intromisión directa. ¿Será que los órganos de control estarán prestos a ponerle el tatequieto a un alcalde desesperado por dejar   sucesora?

Henry Rengifo