La obesidad en los menores de edad se ha tornado preocupante en los últimos años. Entre 2013 y 2017 la obesidad en niños y adolescentes de entre 5 a 17 años aumentó en un 25% en Colombia. Actualmente, hay 124 millones de niños sufriendo esta enfermedad en el mundo entero, según datos de la revista The Lancet. Un panorama que alarma a padres de familia, médicos y educadores.

Dentro de las razones que se encontraron para lo anterior está la influencia que tiene la publicidad sobre los hábitos alimenticios de los niños. Otro estudio anterior de investigadores españoles encontró que la publicidad de los alimentos para niños es más irracional que la publicidad para adultos y, en la mayoría de los casos, se presentan productos como saludables cuando en verdad no lo son. 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que existen pruebas de que la promoción de alimentos poco saludables y de bebidas azucaradas está relacionada con el aumento de la obesidad infantil. La publicidad engañosa se concentra en los alimentos procesados, como cereales, bebidas achocolatadas, empaquetados y galletas, los cuales tienen altos porcentajes de sales, grasas y azúcares refinadas.

Regular la forma en que se presenta esta publicidad a los menores de edad es lo que se propone un proyecto de ley que comienza a discutirse desde este martes 11 de octubre en en el Congreso de la República. 

La idea, autoría del senador del Polo Democrática Víctor Correa Vélez, pretende establecer cuál es la forma correcta en que deben presentarse los componentes alimenticios de los productos con altos contenidos de azúcares y otros componentes que contribuyen al desarrollo de la obesidad. 

La propuesta, de podría mejorar los índices de salud pública en el país, donde uno de cada seis niños sufre sobrepeso, debe aún transitar un largo camino de lobby, pues apenas está siendo discutida en primer debate.

Si bien en Colombia las empresas cuentan con libertad de expresión publicitaria, también hay que decir que la Constitución Política dice que se deben respetar los derechos de los niños "a la integridad física, la salud y la alimentación equilibrada".

El debate apenas comienza y se espera que no sufra la misma suerte que el pasado debate sobre el impuesto general a las bebidas azucaras, el cual quedó por fuera de la última Reforma Tributaria.