Por: Humberto Leyton

En 1922, Ibagué fue epicentro de dos trascendentales hechos: La convención Liberal, conocida como la del 22 y la fundación de la Universidad Libre.

Ambos eventos tuvieron como protagonista principal al general Benjamín Herrera, un militar Liberal que participó en la Guerra de los Mil Días, y que cansado de echar plomo en las sucesivas batallas de Liberales y Conservadores, le marcó una ruta distinta a su partido y al país en la memorable convención nacional del partido Liberal que durante tres días deliberó en el teatro Torres, luego Teatro Tolima, en la capital de este departamento.

En ese encuentro son recordadas las palabras del general Herrera: “Ibagué será el Sinaí, donde se dictarán las nuevas tablas de la ley del liberalismo colombiano”.

Y en efecto, una de las primeras propuestas del General Herrera era transformar la mentalidad guerrerista que por esa época afloraba en los dos partidos tradicionales, donde todo lo querían solucionar a balazos. Lo que impulsaba al General Herrera en ese momento era abrir caminos al debate y discusión ideológica civilizada a través de las ideas, donde la educación jugaría papel fundamental en el futuro del desarrollo de la nación y del liberalismo.

Es en este marco donde se plasma un proyecto que desde los tiempos del General Rafael Uribe Uribe, se venía discutiendo de cómo crear una institución de enseñanza superior donde se pudieran preparar a los jóvenes en las distintas ramas del saber, la investigación y la ciencia, y así cerrarle caminos a una nación feudal y atrasada.

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Pues bien, asesinado Uribe Uribe en las escalinatas del Capitolio Nacional el 16 de octubre de 1914, le correspondió al General Herrera, ocho años después, llevar a la práctica la idea que los había concitado a ambos desde tiempos atrás.

Fue así, que bajo la dirección de Benjamín Herrera, a finales del mes de marzo de 1922, la convención nacional del partido Liberal reunida en Ibagué, cambió el curso de la historia política del país, pues fue el comienzo de la República Liberal, que concluiría con la “Revolución en marcha” del expresidente tolimense Alfonso López Pumarejo, elegido en 1934; y también  sirvió de marco para acordar los mecanismos y el apoyo para la fundación de la Universidad Libre.

No sobra manifestar que uno de los antecedentes de esta convención fue el triunfo del conservador Pedro Nel Ospina sobre Benjamín Herrera en las elecciones para presidente 1922-1026, que fueron calificadas de fraudulentas por los liberales, y donde Herrera, inspirador de este certamen, se inclinara por darle una salida civilista a la crisis, modernizar al partido y sentar las bases para la toma del poder en 1930 con la victoria inobjetable de Enrique Olaya Herrera, que puso fin a la hegemonía conservadora.

Además, en un artículo que escribe el ex congresista y profesor universitario, el tolimense  Augusto Trujillo Muñoz, en el diario El Espectador (28 de marzo de 2012), sobre la convención nacional Liberal del 22 en Ibagué, señala que esta se ocupó también de tratar temas como “La defensa inflexible de las libertades públicas, la implantación del voto de censura en el Congreso, la elección popular de alcaldes, la mejora de la condición civil de la mujer casada, la supresión del voto a que tenía derecho el ejército, la autonomía universitaria, la organización de la asistencia pública como servicio esencial, la creación de la oficina del Trabajo, el fomento del ahorro popular, la intervención del Estado en la economía, fueron las tesis con las cuales se comprometió el liberalismo”.

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Convencionistas Liberales y fundadores de la Universidad Libre, entre los cuales se encuentra el General Benjamín Herera en el año 1922 en Ibagué.

Nace la Unilibre

Y es precisamente en este marco histórico, donde según el Vicepresidente Nacional de la Universidad Libre, Jorge Gaviria Liévano, nace esa institución próxima a cumplir el centenario con vínculos entrañables con la capital del Tolima y con sentimientos de fraternidad masónica, pues Benjamín Herrera, como varios de sus fundadores eran hermanos masones y, desde siempre, la Universidad ha mantenido lazos de amistad con la Gran Logia Colombiana bajos los principios de “Igualdad, Fraternidad y Libertad”.

La Unilibre, gracias a la gestión de Benjamín Herrera, se funda en 1923 e inicia actividades con las facultades de Derecho y Ciencias Políticas, Ingeniería, Las escuelas de Ciencias, y de Artes y Oficios, dice Gaviria Liévano. “Actualmente, después de la Universidad Nacional, tiene matriculados a más de 30 mil estudiantes en sus seccionales de Bogotá, Cali, Pereira, Cúcuta, El Socorro, Cartagena, y Barranquilla”, precisa el Vicepresidente Nacional de esta institución.

No en vano, por la rectoría y presidencia de esta universidad han pasado hombres libres y pensadores como Jorge Eliécer Gaitán, el tolimense y expresidente Darío Echandía y el maestro Gerardo Molina. 

Libertad de cátedra

Gaviria Liévano, destaca que: “desde su fundación, la Universidad se ha regido por los principios de la libertad de enseñanza y aprendizaje, el pluralismo ideológico, la igualdad, la fraternidad y la democracia. Hoy es una corporación de interés social y sin ánimo de lucro, cuyo objetivo es impartir educación en todos los niveles y campos del saber, para formar profesionales que sobresalgan por su entereza moral y excelencia académica, guarden respeto y tolerancia por las creencias y derechos de los demás”.

El directivo de la Unilibre, que estuvo recientemente de visita en Ibagué, iniciando los preparativos de la celebración de los 100 años de esa institución, señaló que esta ciudad  por razones obvias, forma parte intrínseca de la historia de la Universidad y que nada mejor que celebrar su primer siglo de existencia en el lugar que nació.

Hoy la Universidad Libre está a la vanguardia de una enseñanza progresista, donde brinda oportunidades en varias ramas del saber. “El crecimiento de la universidad ha sido sostenido, hoy se cuenta con modernas instalaciones donde centenares de estudiantes ávidos de formación, de todos los rincones del país, reciben formación en los niveles de pregrado, como de postgrado”, puntualizó Gaviria Liévano.

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La celebración

Los preparativos que se hacen, como la programación final que se desarrollará en Ibagué en esta efemérides, serán eminentemente académicos, culturales y deportivos, para recordar que fue en la capital del Tolima donde nació hace un siglo, una de las universidades más influyentes del país: la Universidad Libre de Colombia.

No es fácil llegar a los 100 años, el resistirlos es ya una proeza de lucha, tesón y buenos augurios, y presagia luces de conocimientos que iluminan las mentes libres y de sanas costumbres en los tiempos insondables que vivimos.