Política

Hagamos que una nueva realidad justifique nuestras utopías: Voces de Paz

Hagamos que una nueva realidad justifique nuestras utopías: Voces de Paz
 

Utilizando un lenguaje más del realismo mágico de García Márquez y “100 Años de Soledad”, como libro de consulta histórica, los integrantes del grupo de ciudadanos que representará a las Farc en el Congreso de la República, publican su manifiesto político alejados de toda jerga marxista-leninista e invocan a que: “Hagamos que una nueva realidad justifique nuestras utopías”.

El movimiento Voces de Paz, tiene como eje de su lucha tres ejes fundamentales que son: el impulso de los integrantes de la Farc a la vida civil; la defensa de todos los puntos acordados en La Habana, que los toma como su plataforma política; y la construcción de una amplia convergencia de tendencias por la paz y la democracia, lo que se ha dado en llamar el “Gran sancocho colombiano”, donde tienen cabida todos los partidos y movimientos, incluyendo a la derecha moderada.

De Voces de Paz, forman parte dos tolimenses: Jairo Rivera Andrés, de 27 años, hijo del expalamentario tolimense Jairo Rivera Morales, politólogo, profesor de la Universidad Nacional y Central, líder de la Mesa Amplia Estudiantil (Mane), consultor de organismos internacionales, y Jairo Estrada, economista de la Universidad de Berlín y miembro de la Comisión Histórica del Conflicto, además profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ambos nacidos en Ibagué. A ellos, los acompaña: Imelda Daza, economista de la Universidad Nacional y concejal sobreviviente al genocidio de la Unión Patriótica;  Francisco Javier Tolosa, politólogo y magíster de la Nacional y fundador del movimiento Marcha Patriótica; Judith Maldonado, abogada defensora de derechos humanos y educadora popular egresada de la Universidad Santander;  y Pablo Cruz, abogado de la Nacional y notario. Estas personas es posible que comiencen a actuar en el Congreso como voceros de las Farc en la presente semana en la implementación de los acuerdos de paz.

Estas personas, entre otras, son las que suscriben el documento con el que iniciarán el trabajo de darle transito a la agrupación insurgente Farc a la vida política del país, con la formación de un nuevo partido a movimiento. La proclama conocida con el nombre de: Voces sembradoras de paz, justicia social, democracia y dignidad, la dejamos a su consideración, para que sean ustedes los que opinen y juzguen:

“Los colombianos somos hijos de las violencias y las guerras; realizamos el recorrido a la intemperie llevando la cruz de ceniza de los Aurelianos en nuestras frentes. Pero vivimos enamorados de la utopía de la vida: Nos sentimos convocados por nuestros muertos y por nuestra historia, a ser parteros de una nueva sociedad sin violencia; una sociedad en la cual las cien guerras padecidas por Macondo sean apenas el recuento de relatos y formas de vivir ya superadas. No de otra manera habremos de participar en la forja de una auténtica democracia. Porque nuestro proyecto político es ampliar la participación popular y su capacidad de decisión sembrando la paz y la justicia social.

Tenemos el reto de superar la cultura del odio. Estamos llamados a aclimatar la reconciliación y el perdón. Nuestra visión nos indica que es posible hacer política sin el señuelo y el pretexto de la violencia. Nuestra misión es posibilitar la paz con justicia social, dignidad y democracia. He ahí el tamaño del reto político que hoy afrontamos y que hemos decidido asumir como proyecto fundante de nuevas realidades, perspectivas y prospectos para el país al que se lo debemos todo: la sangre y espíritu.

Hoy damos a conocer al país la agrupación política hija del Acuerdo Definitivo, la cual se llamará ‘VOCES DE PAZ”. Invitamos a todos los colombianos a aunarse a su conformación. Agrupación que será semilla de un nuevo movimiento político gestado con la ambición de representar todos los esfuerzos por superar el tiempo de las confrontaciones bélicas poniendo el debate de las ideas por encima de las armas de todos los bandos y colores. Un esfuerzo para que ningún compatriota vuelva a ser asesinado por motivos políticos.

Voces de Paz, nace levantando tres banderas:

  1. El impulso al tránsito de los integrantes de las FARC-EP a la vida civil, con plenas garantías para su vida y para la participación política.
  2. La implementación plena y expansiva de los acuerdos de paz. Esto quiere decir, la defensa de lo acordado en la Mesa de Diálogos, su efectivo cumplimiento y la búsqueda por hacer de lo consensuado una realidad que lleve la reconciliación a los territorios a través de la democracia y el progreso. Nuestro Programa de Gobierno es el Acuerdo Final firmado el 24 de noviembre de 2016.
  3. La construcción de una amplia convergencia política por la paz y la democracia, que contribuya a la consolidación de la “paz estable y duradera” y haga de ésta un proyecto político y ético para un gobierno de transición hacia un nuevo país, que garantice el respeto a la diversidad y a la pluralidad, y las transformaciones sociales necesarias.

El país debe saber que el Acuerdo Definitivo no representa tan sólo una oportunidad para que la insurgencia armada continúe luchando, sin el recurso de las armas, por los ideales patrióticos que la llevaron a ejercer el derecho a la rebelión. ¡No! El Acuerdo significa esclarecimiento de la verdad, aplicación de la Justicia y reparación de las víctimas; restitución de tierras a los despojados e impulso definitivo al desarrollo del campo y la reforma rural integral; verdadera apertura hacia una democracia más amplia y de participación; intensificación de la sustitución de los cultivos ilícitos mediante prácticas que no atenten contra el ambiente ni contra la salud de nuestros compatriotas con la divisa de implementar una solución definitiva al llamado problema de las drogas; garantía de no repetición de todo lo atinente a la guerra que se busca superar; adopción de normas expeditas para dar curso a la implementación y a la verificación de todo lo acordado por parte de todo los sectores de la comunidad.

Quienes confluimos en este empeño de justa participación alzamos nuestra voz de paz y por la paz, desde las regiones y desde todos los sectores sociales sin voz dentro del actual sistema político.

Voces de Paz, somos hombres y mujeres de la sociedad civil que hoy manifestamos nuestro apoyo denodado a los acuerdos de paz; somos ciudadanos en ejercicio decididos a luchar por el goce efectivo del derecho a la paz.

Convocamos a las mujeres y a los hombres de Colombia:

A todos aquellos que sienten y saben que la paz es una oportunidad para el renacer democrático de la patria y de nuestras propias vidas. A quienes creen en una perspectiva de derechos en medio de la diversidad y del sagrado respeto hacia todos por el bien de todos.

A quienes han luchado desde los movimientos sociales y ciudadanos de toda índole por no dejar caer la esperanza de paz, procurando ponerla por encima del miedo en los momentos en los que ha imperado la fuerza.

A aquellos que hasta ahora no han participado ni se han interesado en la política porque ésta no ha aportado nada a su bienestar. La presente convocatoria es para que todos hagamos parte de este empeño por la paz de Colombia, en este largo y difícil camino que apenas comienza.

Hoy más que nunca serán necesarias la generosidad y la solidaridad de Colombia entera para edificar un futuro sin guerra en el que el debate esté centrado en la necesidad de construir y organizar desde una democracia real la vida social, económica, política, cultural y ambiental de nuestros pueblos. Las secuelas de esta confrontación no serán fáciles de superar. Sabemos que para buena parte de la sociedad colombiana hay profundas heridas que resulta inaplazable proceder a sanar con sabiduría y disposición para la verdad, el perdón y la reconciliación. Para todo ello levantamos hoy nuestras Voces de Paz, esperando que sean las voces de más y más compatriotas.

Repetimos la voz de paz de Jorge Eliécer Gaitán, una de las víctimas del conflicto social armado que pretendemos conjurar: "Amamos hondamente a esta patria nuestra y no queremos que nuestra nave victoriosa navegue sobre ríos de sangre".

¡Colombianos: Hagamos que una nueva realidad justifique nuestras utopías!”

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