Dana Castro Orozco está cumpliendo lo que prometió cuando decidió postular su nombre como candidata al Concejo del Líbano. “Si soy elegida seré una concejala para hacer el trabajo que tiene que hacer un concejal: control político. Pero además de ello para vigilar que la plata, que es de los impuestos que pagamos los libanenses,  no se siga perdiendo”.

Recia y joven y combativa, y obrando siempre con transparencia. Eso es lo que ha demostrado en estas primeras de cambio. Junto a otra mujer, también joven, la concejala Sandra Grisales, se ha puesto a la cabeza de ser inflexible ante los hechos de corrupción que se presenten.

Por eso no le ha temblado la mano en hablar cuando tiene que hablar, denunciar cuando tiene que denunciar. Por estos días ha sentido el acoso, el matoneo, las amenazas, pero ella dice que no se arredra. Y eso es lo que acaba de hacer al denunciar las posibles anomalías en la adjudicación del “contrato de prestación de servicios de asistencia y atención para el funcionamiento del ‘Centro Día’ del adulto mayor en el Líbano’.

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Contrato abultado

Se trata de un contrato de $416.935.000.oo para ser ejecutado en cuatro meses y que ya fue adjudicado en una licitación en la que solo se presentó un solo proponente, en un proceso donde aparecen serios y preocupantes vacíos que ponen en entredicho la transparencia del mismo.

El contrato que es para atender 175 adultos mayores, de los cuales 100 serán del casco urbano y 75 de la zona rural, se evidencia falta planeación y lo mismo que  disparidad y costos exagerados en las actividades programadas que además no cumplen con el propósito trazado.

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En su queja ante la Contraloría Departamental, la concejala Castro destaca que “Es importante resaltar que la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha sido enfática en que las personas de 60 años son particularmente vulnerables a infecciones graves o fatales derivadas del COVID-19, por lo cual es imposible que un programa como el descrito, se pueda ejecutar”. Añade que “lo convierte en un programa absolutamente inviable para su implementación en la realidad actual de pandemia”.

Palabras más, palabras menos, lo que quiere decir la concejala Castro es que se trata de un contrato de los muchos que se hacen en el país, que no arroja beneficio alguno. Es plata perdida. Por eso se dice que es un contrato que no tiene ni pies ni cabeza.

Contrato inviable

Y es que el proceso de adjudicación de este contrato fue maratónico. De acuerdo a la denuncia de Castro, “el 28 de marzo se publicó en el Secop, el día 7 de abril en plena etapa de mitigación del Covid-19, insólitamente se llevó a cabo el cierre del proceso de licitación pública, presentándose una sola propuesta, ‘Corporación Para Nuestra Colombia’.

Agrega la concejala Castro que “Ante las notorias irregularidades, el contrato es absolutamente inviable para su cumplimento, considerando la condición de aislamiento en que están sometidos no solo los adultos mayores, sino la sociedad en general y que se haya declarado formalmente cerrada la invitación pública con una sola propuesta, deja entrever que la contratación está presuntamente amarrada y se quiere hacer a como de lugar”.

Reitera la Concejala que el pliego definitivo de la licitación tiene toda serie de gastos que son exagerados, reiterativos y que lo más grave es que las actividades previstas son imposibles de cumplir en época de pandemia, tratándose en especial de adultos mayores, la población más vulnerable al coronavirus.

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Y por qué no el Hogar San José

Un punto que llama la atención y pone el ejemplo de la ‘chambonada’ e improvisación en el desarrollo del contrato, es cuando se habla de convocatoria por la emisora del municipio, con cuñas radiales durante tres días, cuando se entiende que para un contrato de semejante valor, debería tener caracterizada y segmentada la población a la que se va a impactar. La carnetización, también innecesaria, se invierte una cifra considerable. Todo esto lo demuestra juiciosamente la concejala Dana Castro en su denuncia ante la Contraloría Departamental.

Es de anotar que en el Líbano hay un lugar que pasa por dificultades financieras profundas y que pese a ello hace un trabajo social encomiable: El Hogar San José. “Qué mejor destinar esta millonada para este centro. Desde allí, con esa plata harían la mejor labor atendiendo los adultos mayores del Líbano.  Pue allí tienen la suficiente experticia”, dice Dana Castro Orozco.