Política
El silencio de los fusiles
Por: Jaime Eduardo Reyes
No existe un mayor anhelo para una sociedad en guerra que lograr silenciar los fusiles, callarlos es sinónimo de menos muertos, menor delincuencia, mayores expectativas de vida y futuro para los jóvenes. En Colombia el silencio de los fusiles ha sido un anhelo de todos, inclusive se acuñaron frases como “cambiar los fusiles por guitarras”, “cambiar el ruido de las balas por la música”, entre otras.
Para que se callen los fusiles quienes los empuñan de manera ilegal deben dejar su condición de combatientes o guerrilleros, en el caso colombiano convertirse en exguerrilleros y dejar las armas.
Las ultimas noticias dan cuenta que esto está ocurriendo, las FARC están cumpliendo con este punto del acuerdo.
Sí… los exguerrilleros de las FARC están dejando las armas, ya empezaron con el registro del armamento, la verificación es responsabilidad de la Organización de las Naciones Unidas -ONU-, entidad seria y responsable. Y aunque este hecho es concreto y real, a muchos colombianos aun les cuesta creer; incredulidad justificada por toda una historia de mentiras y atrocidades de este grupo guerrillero.
Sin embargo, parece que la opinión está cambiando. Nuestro país es uno de paradojas, en la última encuesta trimestral de Gallup de febrero, los colombianos siguen sin creer en la buena voluntad de este grupo exguerrillero pero le dan hoy una mayor favorabilidad que hace algunos meses atrás. Es probable que ver a los guerrilleros en las zonas veredales ayuda a crear este ambiente, como también es probable que al dejar las armas se aumentará la credibilidad en el proceso.
La dejación de armas se hará en las 26 zonas veredales transitorias de normalización en donde se encuentran aproximadamente siete mil excombatientes. Sí, como se lee: 7.000 Exguerrilleros, Excombatientes. La meta es que a finales de mayo todo el armamento de las FARC esté debidamente registrado y depositado en contenedores, además los explosivos serán destruidos con el acompañamiento de la ONU.
Hoy el silencio de los fusiles de las FARC es una realidad, muy pronto estarán fundidos y con ellos se harán tres monumentos. El Estado Colombiano está recuperando el monopolio de las armas, aún faltan las del ELN.
El silencio de los fusiles trae consigo ganancias colaterales, le está permitiendo a los medios de comunicación y a la clase política advertir aquellos temas que hoy le preocupan al pueblo colombiano y que por lo general siempre quedaban mediáticamente relegados. Según la encuesta ya mencionada los porcentajes de quienes creen que las cosas están empeorando es alto: el costo de vida (91%), la corrupción (85%), la inseguridad (85%), la calidad y cubrimiento de la salud (82%),y la economía (82%).
Estas preocupaciones empiezan a configurar el nuevo diagrama de los intereses nacionales en donde el tema es la economía, por primera vez la política podrá pensar un país sin el ruido de la guerra, podrá debatir cómo disminuir la corrupción, aumentar el empleo, disminuir la inequidad y las brechas sociales, en medio del silencio de los fusiles.
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