En un twitter publicado en la mañana de este lunes 10 de agosto, el gobernador del Tolima Ricardo Orozco, solicitó al alcalde de Ibagué Andrés Hurtado, armonizar las medidas de control que tome sobre el Covid-19, en lo que respecta a los toques de queda y cambios sorpresivos de movilidad ciudadana que han sido característicos en la Administración Municipal. 

El mandatario seccional dice: "Me uno a la preocupación del sector textil-confección expresada por Julio Mendoza, medidas tomadas en #Ibagué para salvaguardar la vida deber ir armonizadas y concertadas con los sectores económicos que avanzan hacia el colapso".

Como se sabe, desde diversos sectores sociales han llovido críticas al mandatario local por la forma un tanto improvisada como su administración toma medidas de orden público como los toques de queda, pico y cedula y pico y placa, que sufren cambios permanentes y, que, en algunos casos, no duran ni 24 horas para ser sustituidas por otras. 
Esta situación ha creado desconcierto y confusión en la comunidad, máxime cuando no queda tiempo para comunicar las medidas, mucho menos para socializarlas. Agregándose a ello, el vaivén como de un momento a otro se están anunciado ajustes y remodelaciones, lo que denota inestabilidad por parte de la administración de Hurtado, en el manejo de la pandemia del Covid-19. 

La situación llega hasta el grado que el propio gobernador Ricardo Orozco, públicamente hace un llamado de atención a la alcaldía de Hurtado, para que las medidas que tomen sean concertadas, en esta caso con los gremios económicos.
No olvidemos que tanto el gobernador del Tolima como el alcalde de Ibagué, pertenecen al mismo sector político (el barretismo) y que ambos llegaron a sus cargos en la misma fórmula del exgobernador Óscar Barreto, pero que en los más de siete meses que llevan en sus cargos, el mejor librado ha sido Orozco, por su aplomo y ecuanimidad para administrar el departamento. 

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Algo que se agrega a esta situación es también la indisciplina de algunos sectores en barrios y comunas que violan permanentemente las normas que se imponen de aislamiento social, por lo que las autoridades se han visto obligadas a poner comparendos que se cuentan por centenares, los que al parecer, no han dado tampoco resultado.