Dentro del afán que tiene el alcalde de Ibagué, Andrés Fabián Hurtado, de cumplir y quedar bien con todos los aspirantes al Congreso de la Repúlica que apoyan su administración, el funcionario no tiene distinciones de colores ni sabores políticos, a todos les estaría dando su pedacito de parcela de la administración. Además, de los tamales que se están repartiendo en cada reunión. 

La última concentración que se cumplió de este tipo fue con el candidato a la Cámara de Representantes Gerardo Yepes, del partido conservador línea  barretista, en una finca-taller de Calambeo, donde asistieron contratistas y empleados del hospital San Francisco y de otros centros de salud de la ciudad, a quienes se les ofreció un suculento tamal en un lugar distinto a la reunión de este viernes 28 de enero. 

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Pero este tipo de encuentros también se han realizado para el Representante y candidato a repetir curul por el partido de la U, Jaime Armando Yepes, uno de sus aliados más débiles en la actual campaña, según los comentarios de entendidos de este proceso de decadencia de Yepes en la política del Tolima, y quien para mantener su caudal electoral, se ha visto obligado a comprometer su estructura política de Ibagué con el alcalde Hurtado, dentro del proyecto que este tiene de convertirse en ‘jefe’ político de la capital del Tolima. 

Como se sabe, Yepes nunca ha tenido ningún proyecto ni propuesta política seria, y se ha mantenido gracias a lo que él llama ‘la política de amigos’, que no es otra cosa que mantener una buena cuota burocrática en los diferentes gobiernos para prevalecer en el tiempo, y parece que el alcalde Hurtado es uno de sus principales aliados y quien le ofrece respaldo en su nuevo intento de reelección a la Cámara. 

Pero Hurtado, tiene parcelada la alcaldía en los diferentes grupos que los están apoyando. De aquí no se sale Aquileo Medina de Cambio Radical, quien también tendrá sus favores de la administración local ni el candidato al senado por el Centro Democrático Ricardo Ferro, que también ofreció su respaldo al mandatario local. 

Toda esta mezcla de matices políticos, aromatizados con el olor y sabor del tamal, es parte de una estrategia que el Alcalde Hurtado, juega dentro de la pelea con el barretismo, para aparecer como un mandatario autónomo e independiente, que lo lleva a convertirse en un traidor de su jefe mentor Óscar Barreto, así como Aquileo Medina lo fue de Emilio Martínez. 

Pues todo el mundo sabe que los votos que los llevaron a estos cargos, fueron prestados y que estos regresarán a sus propietarios.

Los tamales que está ofreciendo Hurtado a sus consortes políticos, parcelando milimétricamente la administración municipal tratando de quedar bien con todo mundo, es todo un galimatías y, que al final de la obra, nadie saldrá contento, pues siempre alguien dirá que ayudó a unos más que a otros, y así todos se sentirán perjudicados con el reparto, que entre otras cosas es incierto porque nadie garantiza que los escogidos vayan a votar por el indicado por el dedo de Hurtado.