[LetraCapital Letra="E"]l fallo de la Corte Constitucional emitido hace un mes, despejó el camino de la refrendación de los acuerdos  de la Habana. En esencia, los magistrados ratifican que el plebiscito es un acto político que obliga al presidente a cumplir lo que el pueblo ordene con su voto. Si gana el Sí, Juan Manuel tiene la obligación de implementar los acuerdos. Si gana el No, no podrá hacerlo.

En concreto si gana el No se acaba el proceso de paz y surgiría un escenario de grave incertidumbre, los líderes de proceso de paz quedarían muy debilitados, y si gana el Sí, el país queda enfrentado a dos retos: conseguir los recursos para cumplir los acuerdos y buscar una reconciliación política, pues el Sí es apenas el comienzo de la construcción de la paz y no es tarea fácil.

Pero somos los colombianos los que tenemos que decidir. O continuamos en la incertidumbre de volver a los enfrentamientos y una lucha estéril que no deja sino, ruina, perplejidad, miedos,  muertos y desolación o nos la jugamos por la esperanza, el deseo de un mejor mañana y el aseguramiento con sacrificio de una mejor patria para nuestros hijos y nietos.

Este dos de octubre está en nuestras manos el cambio. Nuevas estrategias para darle más oportunidades de desarrollo rural a los verdaderos productores que son los campesinos ofreciéndoles, no sólo proyectos, sino tierra para ejecutarlos y la cual se encuentra improductiva en pocas manos, que se han apoderado de ella a sangre y fuego. No podemos ser simples testigos de ocasión, un PLEBISCITO  es una convocatoria de la democracia para obtener el aporte valioso de los ciudadanos en procura de soluciones y cambios y es la oportunidad de expresar con sinceridad si quiere o no ayudar a construir país.

Quienes hemos vivido los capítulos más aciagos de nuestra patria en estos cruentos 70 años, porque la violencia no nació con  'Tiro Fijo' o las FARC, miremos hacia el 1948 y  evoquemos el Bigotazo y de ahí a  las sangrientas matanzas de chusmeros, chulavitas y guerrilleros y tendremos un escenario más propicio para pensar que es lo que hay que hacer el próximo domingo. Guerra o Paz no hay otra alternativa