Por Óscar Perdomo Gamboa - Escritor

“El gobierno de Petro liberará al hijo de La Gata para ser gestor de paz”.

“Indígenas protestaron contra la vicepresidenta y el gobierno”.

“Petro prohibirá las plataformas de transporte”.

“Ministra de Salud ataca a los médicos”.

“El gobierno nombrará como embajadora a la novia del papá de Petro”.

Y así…

Es tan patética la mal llamada “oposición inteligente”, que eso es lo único que tienen para ofrecer: mentiras descaradas amplificadas por los corruptos medios de comunicación tradicionales, cuyos dueños son los magnates del país al que han saqueado por generaciones.

Es desgastante para cualquier gobierno, incluso para cualquier transeúnte, tener que lidiar con titulares mentirosos y malintencionados. Estos “periodistas” irresponsables, instigados por sus amos, no sienten remordimiento alguno en divulgar noticias falsas. Horas después, tras mucha presión de redes sociales, pondrán un pequeño trino “rectificando” la información, cuando el daño ya está hecho.

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Ni qué decir de ciertos personajes de la vida política, cuyos “argumentos” son esas mismas mentiras que difunden para atacar a un gobierno que no les permite robar como en cuatrienios anteriores. Es increíble que ciertos badulaques con nula capacidad intelectual tengan un espacio de poder donde difamen e insulten sin control alguno.

Entretanto, el presidente Gustavo Petro se reúne, una vez más, con su enemigo natural, Álvaro Uribe. Esos intentos de gobernabilidad del mandatario para tranquilizar a la población de derecha no dan réditos y sólo sirven para darle oxígeno al imputado expresidente, que cada vez ve más cerca su celda.

Uribe ya ha sido artífice de campañas de desprestigio y persecución contra sus detractores, no es difícil de imaginar que su mano negra también está tras estas mentiras de sus medios de bolsillo y sus cómplices políticos mientras sonríe hipócrita al mismo Petro al que antes tildaba de sicario.

Hace mucho que nadie inteligente se informa por esos medios corruptos que, sin rubor alguno y al mejor estilo de la propaganda nazi, gritan mentiras esperando que algo quede en la masa ignorante. Sin embargo, cierto daño se hace. Como mínimo, con la bulla mediática se disimulan los cada vez más escandalosos desfalcos y asesinatos que le han destapado a los gobiernos de los últimos años.

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Ni Petro ni los ciudadanos debemos continuar permitiendo que la deposición inteligente imponga la agenda mediática, no podemos seguir desgastándonos en desmentir cualquier calumnia que se les ocurra mientras los grandes debates quedan en segundo plano. Y, sobre todo, no podemos permitir que los periodistas comprados nos traten a todos los colombianos como a los idiotas que creen sus mentiras.

Adenda: Los uribistas aman tanto la corrupción y el hurto que aún lloran porque a uno de sus máximos delincuentes, el ladrón Andrés Felipe Arias, le ratificaron la condena por enésima vez. No olvidemos que era el príncipe heredero de Álvaro Uribe para la presidencia.