Por Carlos Alberto Estefan Upegui

ExGobernador del Tolima

En el Aeropuerto Perales de Ibagué «si hay radio ayudas» y no solamente entran y salen aviones cuando hay mal tiempo, sino en la noche hasta las 9:00 pm, me aclaró un veterano Capitán de aviación de reconocida trayectoria y experiencia.

“Yo los veo aterrizar a diario desde el balcón de mi apartamento”, agregó.

Es una excelente noticia, que obliga a replantear el texto de nuestro escrito, publicado en esta columna semanas atrás con el título  «Aterriza si puedes».

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Afirmación basada en un concepto también publicado en 2018 luego de las consabidas consultas y que para bien de los tolimenses, según eso, ha cambiado totalmente a esta fecha.

Quiere decir que el perjuicio de la reiterada y sistemática suspensión de los vuelos ya dejó de ser un inconveniente de talla mayor para la dinámica empresarial, industrial, comercial y turística de la región como lo fue en una época, cuando los pasajeros cansados de esperar varias horas no tenían más alternativa que viajar por carretera a Bogotá.

Dijimos en esa ocasión, que si no se tomaban cartas en el asunto íbamos a tener que recurrir al aeropuerto Santiago Vila de Flandes para adecuar sus instalaciones y de esa forma mejorar el servicio de transporte aéreo con los diferentes destinos nacionales.

Resultando ahora la buena noticia que no sólo tendremos habilitado el de Ibagué  con todos los equipos técnicos requeridos, sino el aeropuerto Santiago Vila del vecino municipio, a tan solo una hora por carretera.

El cual también será objeto próximamente de una importante inversión de la Aerocivil y la Gobernación, cercana a los 50 mil millones de pesos, según lo afirmó la prensa local, especialmente para la ampliación e iluminación de su pista y así poder cumplir con los estándares internacionales en la operación de aviones de carga.

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Al respecto, bueno fuera también, hacer más confortable el lugar del terminal a donde llegan los usuarios y el personal que allí labora, porque el zancudero es terrible y por más que se amplíe la pista y se dote de toda la tecnología necesaria, es indispensable pensar en ellos pues “con tanto zancudo ese aeropuerto se vuelve insoportable e inhóspito” nos comentan; lo cual no sucede en Perales. Tanto, que mientras no se haga algo al respecto, ni para que pensar en un servicio alterno de pasajeros.

De todas formas, ha sido un gran avance y debemos reconocer la gestión que, en la consecución de ese apoyo de la Aerocivil y la Gobernación, han logrado llevar a cabo los dirigentes empresariales de Flandes, Girardot, El Espinal y su zona de influencia.