Entre más de 170 obras enviadas de países hispanoamericanos, el ya consagrado escritor Jorge Eliécer Pardo resultó por unanimidad ganador de la XVI Bienal Internacional de Novela José Eustasio Rivera 2018. Un jurado constituido por Mario José Castelli Quiroga, de España, Alejandro Palma de México, Berta Lucía Estrada de Francia, Juan Manual Zuluaga Robledo de Washington y Edgar Sandino Velásquez de Colombia, consignaron en el acta correspondiente como ganadora por unanimidad a Maritza, la fugitiva, de Pardo, junto a otras finalistas tituladas Cuadros de una exposición, de Ignacio Izquierdo Ruiz, Miedo, de Jorge Godofredo Silveiro Tejeira, Avalado sea Dios, de Carmen Martínez Pineda y mención especial a La nena y las mujeres de agua.

El premio de 70 millones de pesos, como la obra ganadora publicada, será entregado el 6 de noviembre en Neiva, dentro de un encuentro internacional de escritores en homenaje a José Eustasio Rivera. La Fundación Tierra de Promisión que preside Guillermo Plazas Alcid, continúa cumpliendo su labor difusora cultural por excelencia.

Sobre la novela ganadora dice el jurado, se entrega por sus méritos literarios y su ambición como objeto narrativo. Se centra en la historia de Maritza y de los encuentros y desencuentros con su amante, Federico Bernal. Maritza nos cuenta sobre su abuela Laurine, bailarina infiltrada de las fuerzas Rojas y de procedencia francesa, la que terminó en Colombia por accidente y casándose con un militar, Nicolás Pérez. Laurine, madre de Dioselina, a su vez madre de Graciela y a su vez madre de Maritza, y Maritza, cuyo primer amor fue un militante del ELN, quien la inicia en el sexo y en la política.

A partir de este sólido eje, con gran habilidad y claridad, y proponiendo en forma simultánea un trabajo tan arduo como placentero, el autor construye un dinámico fresco de los últimos 80 años de la historia de Colombia, como por ejemplo los hechos que van desde la disputa electoral de Rojas Pinilla y Pastrana Borrero, y que llevan a la creación del M19, los atropellos del Estatuto de Seguridad de Turbay Ayala, el Palacio de Justicia y su desmovilización. El otro extremo de ese ambicioso arco temporal, está situado en los ataques del 11 de septiembre a las Torres Gemelas de Nueva York.

Los personajes están marcados por el signo de su tiempo, como también lo está la escritura. Apreciamos el profundo retrato que hace de los personajes en relación al tiempo en que viven y a las circunstancias únicas de cada período de la historia, siempre vista por los ojos de los personajes y condicionados por sus circunstancias. Los personajes que sostienen la historia son verosímiles y están bien definidos. Ellos se van enriqueciendo en el desarrollo de la trama, y de esta manera evitan caer en estereotipos, dedicándose a llevar las situaciones a un estado límite, donde cualquier desenlace es solo posible en los territorio de la tragedia o de la muerte, la cual oficia acompañada del lenguaje, como uno de los personajes fundamentales de la novela.

La ganadora forma parte del Quinteto de la frágil memoria, de la cual es esta la última, tras haber publicado por la editorial Colombo Mexicana Cangrejo, El pianista que llegó de Hamburgo, La baronesa del circo Atayde, y Trashumantes de la guerra perdida y La última tarde del caudillo. El pianista que llegó de Hamburgo, fue igualmente ganadora del Premio Nacional de Literatura Libros y Letras, 2013.

El autor, nacido en El Líbano en 1950, empezó su carrera hace 46 años cuando publicara junto a su hermano Carlos Orlando, el libro de relatos premiados bajo el nombre de Las primeras palabras. Otras de sus novelas son El jardín de las Weismann, llevado a la televisión, Irene, Seis hombres una mujer y su último libro relatos, premiado y traducido en Francia, son Los velos de la memoria con nueve ediciones. Tanto la universidad del Tolima, como la Universidad del Valle, han entregado libros monográficos sobre su obra literaria.

(Lo invitamos a leerel texto del acta Final de la Bienal)