Columnistas
La foto de la infamia (Duque-Netanyahu)
Por Humberto Leyton
“Dios los cría y ellos se juntan”, reza la sentencia popular. Y eso, precisamente, es lo que capta la fotografía ampliamente cuestionada del autoritario expresidente Iván Duque con el genocida israelí Benjamín Netanyahu.
La fotografía es considerada un arte que interpreta la realidad en imágenes, que contiene momentos históricos de hechos, sucesos, personajes, y una serie de acontecimientos que tienen múltiples interpretaciones, dependiendo del acto que se quiera presentar. Puede ser una imagen de un evento de heroísmo, una victoria, un momento de angustia y dolor y tristeza, una reunión social y hasta un acontecimiento histórico que nunca desaparecerá de la rerina de nuestros ojos.
También hay fotografías que representan los más bajos instintos de una persona. Una de esas es la publicada recientemente del autoritario expresidente colombiano Iván Duque y el genocida de Israel Benjamín Netanyahu, ambos tienen en común el amor por la guerra, la violencia y la sangre, aunque en el primero en menor grado. ¿Pero será que no se le ha presentado la oportunidad de emplearse más a fondo para demostrar sus habilidades de criminal de guerra igual que el segundo?
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Estas paradojas macabras muestran, sin equívocos, la calidad de seres humanos, si se les puede llamar así, que se exhiben sonrientes mostrando su satisfacción por los crímenes cometidos. Pero, además, plasman el contenido de una expresión política nazi-fascista que no permite ningún tiempo de manifestación ideológica diferente a la suya, y que cualquiera otra actitud merece la muerte y el exterminio.
De allí, las estadísticas que muestras que Netanyahu, según datos de la Organización de Naciones Unidas (ONU), ha asesinado en Gaza a más de 45 mil niños, más de 100 han muerto de hambre en el mes de agosto de 2025, sin contar las más de 65 muertes de civiles, periodistas, bombardeos a hospitales y a los sitios donde se distribuyen alimentos, en una matanza despiadada e indiscriminada contra el pueblo palestino en la Franja de Gaza.
Si bien en circunstancias diferentes y en menor cantidad, el autoritario expresidente Duque, también tiene sus cifras de muertos y victimas para mostrar: 80 víctimas con motivo del paro o estadillo social de julio de 2021, registrados por el Observatorio de Derechos Humanos de Indepaz, más los 82 jóvenes o estudiantes que sufrieron mutilaciones oculares durante los días de protesta.
También se deben agregar los 29 menores que murieron en ataques aéreos de la fuerza pública en el mes de julio de 2022, que al parecer, se encontraban contra la voluntad, en un campamento de la guerrilla, y que el exministro de defensas de entonces Diego Molano, los calificó como “Máquinas de guerra”.
En el gobierno de Duque, según los informes del portal Infobae, fueron asesinados 957 líderes sociales y 261 firmantes de paz. Además, que su administración se negó a cumplir los Acuerdos de Paz que había suscrito en Estado en el gobierno de Juan Manuel Santos con la guerrilla de las Farc; lo que provocó que muchos de los reinsertados regresarán a las armas, y se incrementará en forma exponencial el llamado Ejército de Liberación Nacional (ELN) y los grupos paramilitares, especialmente el Clan del Golfo.
La violencia y la guerra como métodos políticos, son las características en común que tienen los dos personajes de la foto: Duque-Netanyahu. Una imagen impresentable pero real.
Los recuerdos y las historias son susceptibles de repetirse, los canallas de la historia pueden regresar. Infortunadamente, las fotos de la infamia no pasan de moda, son aves de mal agüero que perduran a través del tiempo y de la historia. Cambian los personajes, pero la infamia se mantiene. Son fotos repetitivas.
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