Columnistas
El 44% de periodistas amenazados: ¿Quién protege la verdad en Colombia?
Por José Barut Tafur G.
*Abogado
Especialista en Marketing Político y Estrategias de Campaña
Maestrante Comunicación Política
La explosión que sacudió las instalaciones de RCN en Cali no es un incidente aislado ni un pequeño susto: es un mensaje brutal, un grito de impunidad que nos recuerda que quienes ejercen el rol de informar sin importar el medio que sea, están en la mira.
Un artefacto fue lanzado justo frente al edificio de este canal, hoy es este medio, ¿mañana cuál? Este ataque nos habla de un poder muy oscuro que no teme recurrir a la violencia para silenciar. Y no podemos cerrar los ojos no podemos permitir que estas agresiones ocurran sin una condena férrea es una traición a la democracia misma.
Nuestra prensa no puede ser atacada por pensar distinto. Los medios de comunicación son fundamentales para la rendición de cuentas, para que los ciudadanos sepan qué hace, o no hace, su gobierno. Limitar, intimidar o destruir medios no solo amenaza a los periodistas, sino a todos los ciudadanos, porque lo que está en juego es la libertad de expresión, uno de los pilares más inseparables de la democracia.
Peor aún, en un contexto de violencia creciente, este ataque contra RCN se suma a una demanda urgente: garantizar la protección de quienes informan. Según la Defensoría del Pueblo, el 44,4 % de los periodistas en Colombia han sido víctima de vulneraciones durante su labor. Eso significa millones de relatos que pudieron haber sido afectados, que se cortaron por amenazas, que quedaron en silencio por miedo.
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¿Y dónde está el Gobierno del Cambio en todo esto? ¿Qué planes de seguridad real tiene para proteger a quienes investigan y denuncian corruptelas, dónde están las garantías para quienes señalan violaciones y muestran las heridas del país? Donde quedó el discurso de potencia de la vida, el del cambio, por que sumado a ello tenemos el reclutamiento de menores por parte de la guerrilla.
En ese marco es imperativo poner freno a todo ello, por eso es urgente tener claro el respaldo de congresistas que han defendido la seguridad y el derecho a la prensa; hablo de la importancia de figuras que tienen coherencia frente a la seguridad, congresistas que han sido víctima de la violencia de este país y que saben, sienten de primera mano la angustia que genera, hablo de aquellos congresistas que no permiten que el gobierno del cambio se sobrepase en modificaciones constitucionales necesitamos congresistas que no guardan silencio que alcen la voz.
Es así como en el Tolima debemos tener coherencia frente a la lucha de la inseguridad y la libertad de prensa, nuestros derechos están en juego y si la tolda azul en representación de la congresista Isaza ha sido tajante y directa al votar negativo a proyectos como el de Amnistía a la primera línea proyectos presentados por el gobierno nacional, debemos seguir en esa coherencia, Necesitamos alzar la voz, estar dispuestos a decir “basta ya” a la inseguridad impune y a respaldar a los periodistas que arriesgan su vida por contar la verdad.
Y al gobierno nacional les digo: no más promesas vacías. No más excusas. ¿Cuándo van a destinar recursos reales para proteger a los medios, para reforzar la seguridad en zonas vulnerables, para desmantelar las redes criminales que atacan no solo a la policía, sino a quienes informan?
En este momento crítico, no se trata solo de una explosión más frente a una sede mediática. Se trata de nuestro derecho a saber, de nuestra dignidad como ciudadanos, de nuestra responsabilidad con la democracia. Y no podemos callar.
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