ASDUT alude que entre 2016 y 2018 la institución necesitó de créditos para solventar las obligaciones laborales de fin de año. En 2019 habría sido la excepción, no por gestión del Gobernador y el Rector, sino por los $11.165 millones girados desde el Gobierno Nacional, y que fueron obtenidos por los estudiantes en la ‘lucha’ que dieron en 2018.

“De no haber llegado estos recursos, la Universidad habría requerido nuevamente de un crédito finalizando el año pasado, tal como mencionó el rector Mejía en mayo de 2019 en el Consejo Superior, donde informó que el déficit a 31 de diciembre de 2019 estaba proyectado en $12.000 millones”, aclara ASDUT.

A la fecha se continúa esperando un pronunciamiento público donde la administración de la UT, les reconozca a los estudiantes su aporte para el mejoramiento de la situación económica de la institución.

Omar Mejía y Oscar Barreto se estarían jactando no solo por logros obtenidos desde el estudiantado, sino también, por gestiones de orden nacional. 

La Asociación recuerda que, en 2017, el Gobierno Nacional incrementó la base presupuestal de las universidades públicas en cuatro puntos por encima del IPC. Gracias a esto, y no por Barreto ni por Mejía, el presupuesto de la UT se habría aumentado en $2.832 millones.

Además, ASDUT precisa que el gobernador Barreto amplió el presupuesto de la Universidad entre 2017 y 2019; sin embargo, recalca que estos $2.500 millones de más fueron mediados por un contrato de transacción que surgió de una demanda que interpuso la UT contra la Gobernación del Tolima, por la deuda histórica.

La actual Directora de Cortolima, Olga Lucía Alfonso, que en ese momento era representante del Gobernador ante el Consejo Superior, declaró que, “el contrato de transacción no fue un arreglo, sino el cumplimiento a un fallo”. 

• Puede leer: La UT supera histórico déficit financiero

Esto evidenciaría que el aumento presupuestal no fue por voluntad del gobierno departamental 

“Por el contrario, Barreto aprovechó maquiavélicamente este fallo judicial para que el rector Omar Mejía firmara un paz y salvo por la deuda histórica del departamento del Tolima para con la Universidad desde el año 1993”, esgrime ASDUT. “Paz y salvo con el que el gobernador Barreto ‘tapa’ su errorcito del primer gobierno departamental 2008-2011, periodo durante el cual no le giró ni un solo peso a la Universidad”, complementa la Asociación.

Asimismo, ASDUT califica de servil y clientelista la administración de Omar Mejía.

 Importantes cargos administrativos de la UT estarían ocupados por amigos cercanos a Óscar Barreto, con la venia del Rector. Entre ellos figuran Oscar Iván Cortés, Vicerrector Académico; Alfonso Muñoz, Vicerrector Administrativo; Nidia Prieto, Secretaria General. 

Se suman a los funcionarios en mención, Lorena Bonilla Coffles (cuñada del senador Miguel Barreto), en la oficina de Asuntos Disciplinarios, y Mabel Serna, como asesora financiera.

 ASDUT también menciona otros nombres, que evidenciarían el grado de clientelismo que corroe la Universidad del Tolima. Un secreto a voces, pero ante el cual poco se hace.

Dentro de las problemáticas denunciadas por ASDUT, se destacan además el cumplimiento e incapacidad del actual rector y su padrino político, para lograr la tan anhelada acreditación de alta calidad. Pareciera ser que todo se redujo a pendones que inundaron el campus de la UT. Al día de hoy, se sigue esperando que se escriba la ‘nueva historia’. 

La poca inversión para investigación; la ausencia de concursos para  nombrar profesores de planta en los últimos tres años; las bicicletas que debieran ser para los estudiantes, pero que en lugar de esto cuelgan desde hace ocho meses ‘llenándose de polvo y oxido’, y que solo se sacan en las visitas de pares académicos; sumados a otros problemas denunciados por ASDUT, configurarían lo que ellos llaman ‘La otra historia: la universidad que dejó Barreto’.