Educación
Crónica de una huelga por el derecho a la educación en la UT
Al despuntar el alba de este martes 15 de julio, dos estudiantes y un egresado de la Universidad del Tolima, se encadenaron a las puertas de la sede Los Ocobos. Empezaron una huelga de hambre, que según anuncian, irá hasta que la clase dirigente del departamento subsidie las matrículas del semestre B - 2020, a los estudiantes estrato 1 y 2.
Un líder estudiantil
Uno de los huelguistas es Juan Carlos Galindo de 31 años de edad, estudiante de Licenciatura en Ciencias Sociales, quien cursa noveno semestre. Él es representante estudiantil al Consejo de la Facultad de Ciencias de la Educación y miembro de la Federación de Estudiantes Universitarios de Colombia (FEU). "A nivel nacional se ha venido levantando esa bandera de Matrícula Cero y aquí no ha sido la excepción. Sabiendo que la mayoría de las familias trabajan en la informalidad, si no tienen para comer en estos momentos a raíz de la pandemia, menos para pagar la matrícula de sus hijos, lo que podría generar una deserción grandísima", explica el estudiante oriundo de El Espinal.
Mientras carga las pesadas cadenas en sus hombros, Juan Carlos aclara que el proceso de Matrícula Cero no empezó con la huelga de hambre, sino que, el estudiantado lo adelanta desde hace un mes; llegaron a esta instancia como "medida desesperada". "Los estudiantes se han movilizado con otros sectores populares de Ibagué. El primero de junio algunos compañeros empezaron un campamento al interior del campus, y después de quince días no tuvieron una respuesta clara por parte de la administración, más que palabras pero no hechos", agrega él.
El Ministerio de Educación le habría transferido a la Universidad del Tolima unos 3 mil millones de pesos que servirían como aporte a la Matrícula Cero. Sin embargo, de acuerdo a estudios que se han hecho, las matrículas de los estudiantes estrato 1 y 2 de la UT, que son cerca del 80%, costarían unos 10 mil millones.
"Nos dicen que la Gobernación del Tolima y la Alcaldía de Ibagué no tienen dinero en estos momentos, entonces cómo estarán las familias. Por eso estamos en huelga de hambre, para que la Gobernación y la Alcaldía se comprometan a subsidiar las matrículas de los estudiantes más vulnerables. Creemos que todo se trata de voluntad política", enfatiza Juan Carlos Galindo.
El egresado que enseña el camino
Otro de los huelguistas es Juan Camilo Tibaduiza, egresado del alma mater como economista. "Este tipo de exigencias no es obligación únicamente de los estudiantes, sino de toda la comunidad universitaria, es decir, egresados, administrativos, profesores, entre otros. Es deber moral nuestro aportar a la institución, incluso una vez graduamos. Estoy aquí por un compromiso ciudadano", subraya.
Cabe resaltar que Juan Camilo fue uno de los promotores y firmantes de la solicitud que, junto a 26 congresistas de Colombia, enviaron al Ministerio de Educación y demás entidades gubernamentales para que apoyen la Matrícula Cero en la UT. Aunque, a excepción de Jorge Enrique Robledo, ningún otro parlamentario del Tolima se adhirió a la iniciativa.
"Hicimos un gran esfuerzo por elevar el proceso al Congreso de la República, y nos encontramos que a personas que no son del Tolima les importó más que a los que sí son de acá. Así se demuestra que somos un departamento y una ciudad huérfanos de pensadores, académicos, de una clase política que no trabajo en pro del Tolima; que ha sido coartado por una burocracia muy buen organizada", señala el egresado de la UT.
En pie de lucha
Camilo Andrés Pinzón es el más joven de los tres huelguistas. A sus 21 años, llega al punto de aguantar hambre, tras participar por dos semanas en el campamento al interior de la UT; sin obtener los resultados esperados.
"Fueron quince días, en los que las directivas de la universidad adoptaron medidas muy precarias con nosotros. Siempre recalcaron el diálogo, pero nunca tuvieron en cuenta las propuestas que el estudiantado planteaba. Hubo una serie de señalamientos muy fuertes en nuestra contra, presiones, nos acusaron de ladrones. Ante la poca atención de la universidad, decidimos abandonar el campamento y escalar a una huelga de hambre", reseña el joven estudiante de Licenciatura en Ciencias Sociales.
Al consultarle por su estado de salud y energía vital, después de dos semanas de campamento e iniciar una huelga de hambre, Camilo Andrés contestó que, "me encuentro muy bien, si no lo estuviera, entonces estaría apoyando de otra manera. Yo vivo solo con mi padrastro, mi madre ya murió; él me apoya, más no comparte lo que estoy haciendo. Me dice que me cuide mucho del coronavirus. ¡Así que de aquí no nos levantamos hasta que la universidad, la Gobernación y la Alcaldía digan: hay Matrícula Cero¡".
Diálogo con las directivas
Precisamente, en la mañana de este miércoles diez representantes estudiantiles, entre ellos dos huelguistas, se reúnen con funcionarios de la universidad para debatir sobre un pliego de peticiones. Allí se dialogará acerca de la Matrícula Cero; las denuncias de acoso sexual en contra de profesores de la UT; la recuperación de algunas semanas del calendario académico; un plan especial de bienestar universitario; y "la licitación del bloque 3, que la administración contrató con la Gobernación, que no está muy claro qué fue lo que pasó, por eso es una de la exigencias", indicó Juan Carlos Galindo.
Por su parte, el vicerrector de Desarrollo Humano, Enrique Alirio Ortiz, apuntó que "estamos de acuerdo con la importancia que tiene para nuestra institución que nuestros estudiantes cuenten con la Matrícula Cero en medio de esta crisis. Hacemos un llamado al gobierno departamental y municipal para que nos acompañen y llegar a unos acuerdos concretos".
Empero, el estudian Juan Carlos Galindo advierte que, "se debe ser claros, si se llega a un consenso de cuántos dineros y porcentajes se necesitan, no significará el levantamiento de la huelga de hambre. Iremos hasta donde la salud nos acompañe, estamos muy motivados. Queremos darle a los estudiantes una victoria en medio de tantas tristezas".
Los tres huelguistas pasan sus horas consumiendo únicamente sueros que les han acercado compañeros y funcionarios de la UT. A su alrededor se leen pancartas con lemas que dicen: "si tenemos pa' comer, no tenemos pa' estudiar. Matrícula Cero Ya".
Ellos ahora recorren el camino que estudiantes de otras universidades del país, emprendieron hace algunas semanas. Era apenas previsible que en el Tolima siguieran estos pasos. Los dirigentes de turno permitieron que se llegara a tan extrema instancia, al no ofrecer soluciones o, al menos, disponerse a dialogar con el estudiantado.
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