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¡Todo huele mal!

¡Todo huele mal!

Por José Baruth Tafur G

Abogado- Especialista U Externado

Magister Comunicación Política U Externado

¡Algo huele mal!!. En Ibagué, hay negocios que florecen a costillas de los ibaguereños, y es el de las basuras.

Calles con olores no deseables, salud pública en riesgo por la no recolección oportuna, pero eso sí el pago debemos hacerlo oportuno, ¿Pero, qué importa la ciudad, qué importa lo que se paga cada mes? ¿Qué importa el pueblo que no tiene las mismas condiciones económicas?  Acá lo realmente importante es quién se queda con el negocio, cierto?.

Por eso, no es sorpresa que ahora salgan a la luz revelaciones sobre el presunto control del ‘hurtadismo’ en este sector, demostrando una vez más que lo único que le interesó al continuismo municipal son los presuntos negocios con recursos públicos, es así como la ambición de ciertos grupos políticos tienen una habilidad especial para quedar bien parados, y no perder ninguna oportunidad económica, aunque la ciudad quede hundida en desechos y contratos cuestionables, porque ya nos acostumbramos a que nos ordeñen!

Lo irónico es que mientras la Alcaldesa sale en medios prepagos y ruedas de prensa vendiéndonos discursos sobre el desarrollo y la modernización, con shows mediáticos con jalones de orejas, la realidad es que el modelo de administración sigue oliendo mal, literalmente. Con tarifas en aumento y un servicio que deja mucho que desear, todo parece una presunta estrategia para el otorgamiento del contrato a un ‘salvador’, pero como es costumbre, no alzamos la voz y que la ciudadanía vuelve a ser la gran perdedora en este juego de influencias y contratos.

Y claro, como siempre, los responsables crean cortinas de humo poniendo a sus concejales amigos como el concejal del sombrero y el banano que acompaña constantemente a su jefe, el que nos entregó un puente y vías pavimentadas, el mismo concejal que sale a los medios a hablar sandeces, es así como crean distractores para que  el silencio no afecten su lucro,  eso sí teniendo clara la narrativa de las justificaciones absurdas y comunicados ambiguos y excusas recicladas, el guion es el mismo, la victimización: "ataques infundados", "gestión transparente", "todo es legal". Pero, ciudadanos vamos a la realidad, ¿por qué guardamos silencio?: un sistema amarrado a los mismos de siempre, que ven en la basura una mina de oro.

¿Por qué no unirnos?   ¿Por qué permitir que nos sigan hurtando nuestros sueños? el verdadero negocio de las basuras no está en recoger los desechos, sino en saber a quién le llega el contrato. Y en eso, el ‘hurtadismo’ y este gobierno que es el continuismo, lo tienen claro.

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