La construcción de la segunda calzada entre Ibagué y Cajamarca, uno de los tramos más esperados por los colombianos, enfrenta un panorama incierto. Según el presidente de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), Francisco Ospina, no hay planes inmediatos para completar los 16 kilómetros pendientes de esta obra, fundamental para el corredor de movilidad Bogotá-Buenaventura, que conecta al centro del país con el puerto más importante de la región Pacífica. 

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En diálogo con Caracol Radio, Ospina explicó que la falta de recursos provenientes de vigencias futuras ha frenado la ejecución de este proyecto. “El costo de la infraestructura vial en el país es alto, y sin un soporte presupuestal sólido, no podemos comprometer recursos para nuevas obras. La financiación depende en gran medida del recaudo de peajes, pero estamos siendo prudentes hasta garantizar un respaldo económico adecuado”, señaló. 

Problemas finacieros y sociales

El proyecto Girardot-Cajamarca ya enfrenta desequilibrios financieros derivados de la instalación de un peaje a la salida de Ibagué hace dos años. Las protestas ciudadanas obligaron al Gobierno Nacional a permitir un paso alternativo por la antigua vía de Coello Cocora, afectando los ingresos proyectados para la APP GICA. Este desbalance financiero fue llevado a un Tribunal de Arbitramento, lo que complica aún más la situación. 

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Trabas ambientales

Otro obstáculo es la negativa de la Agencia Nacional de Licencias Ambientales (ANLA), que archivó el proyecto de construcción del siguiente tramo entre Coello Cocora y Cajamarca. Este plan contemplaba la construcción de siete túneles y 57 puentes y viaductos, pero fue rechazado por su impacto sobre las fuentes hídricas de la zona, una preocupación que ha detenido por completo su avance. 

Un corredor inconcluso

El tramo que conecta Cajamarca con Calarcá, en el Quindío, ya cuenta con una segunda calzada, lo que pone en evidencia la falta de continuidad en el desarrollo del proyecto en Tolima. La región sigue a la espera de una obra que permitiría una movilización más segura y eficiente a través de la Cordillera Central. 

¿Dónde está la dirigencia regional?

La demora en este y otros proyectos de infraestructura, como el Triángulo Sur del Tolima, alimenta la frustración de los habitantes de la región. Los ciudadanos se preguntan: ¿Dónde está la gestión de los líderes tolimenses para garantizar el desarrollo de obras de impacto nacional?